El ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma aprueba Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico

Juan Ramón Felipe considera que establece un ordenamiento coherente que no impide el desarrollo del Casco Histórico

El ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha aprobado en sesión plenaria celebrada en la mañana de hoy la respuesta a las alegaciones presentadas en el período información pública del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Santa Cruz de La Palma. De un total de 27 alegaciones presentadas se han estimado cinco, otras cinco han sido estimadas parcialmente y 17 han sido desestimadas.

El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Juan Ramón Felipe, explica que el Plan Especial fue sometido a un segundo período de exposición pública por una cuestión de seguridad jurídica, atendiendo a las recomendaciones del Área de Patrimonio del Cabildo de La Palma y de la dirección General de Cooperación y Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, a fin de incluir no sólo el Conjunto Histórico declarado en el año 1975, sino también la llamada “zona de respeto”. El documento será sometido ahora a consulta interadministrativa para su posterior aprobación definitiva.

Juan Ramón Felipe señala que a partir de la aprobación del Plan la regulación de las actuaciones que se lleven a cabo en el conjunto histórico artístico capitalino (salvo en algunos edificios catalogados) serán competencia directa del ayuntamiento, mientras que hasta ahora cualquier actuación de este tipo debía someterse a una comisión de seguimiento del Cabildo.

“En definitiva lo que hemos armonizado es el desarrollo urbano de Santa Cruz de La Palma contemplado en el Plan General, con la protección de nuestro patrimonio a través de este plan Especial”, explica el alcalde. “Pretendemos que ambos documentos se complementen para que haya el máximo respeto al patrimonio histórico artístico de nuestras edificaciones, no se especule con estos edificios singulares, y que al mismo tiempo se regulen las actuaciones en este entorno”. Juan Ramón Felipe concluye señalando que “se trata de conservar el patrimonio sin que esto suponga una cortapisa para el desarrollo urbano, sino todo lo contrario: un ordenamiento coherente con posibilidades de mejora.”