Últimas Noticias de La Palma

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Últimas Noticias de La Palma


miércoles, 23 de diciembre de 2009

Consejos generales a la población para vientos y lluvias fuertes - Cabildo de La Palma

Vientos fuertes

  • Si no es necesario, no salgas de casa.
  • Retira todos los objetos susceptibles de caer a la calle desde tu tejado, azotea, balcón, etc.
  • En caso de tener que salir, extrema las precauciones, sobretodo, en los desplazamientos por carretera.
  • Si vas andando por la calle, aléjate de vallas publicitarias, andamios, árboles, grúas, muros, etc.
  • No te acerques a las costas, muelles, espigones o la orilla de la playa, pueden producirse grandes olas que te arrastren.
  • En casa, cierra puertas y ventanas, y comprueba la sujeción de antenas, toldos, bidones, macetas, etc.
  • Mantente siempre informado de la situación a través de los medios de comunicación (radio, T.V.).

Fuertes lluvias

  • Si es posible, permanece en tu vivienda, teniendo en cuenta que no esté ubicada en cauces de barrancos o en lugares de riesgo.
  • Evita circular en coche durante las lluvias fuertes, si es imprescindible, extrema las precauciones, prestando especial atención a la altura del agua, moderando la velocidad y vigilando los frenos. Si el vehículo comienza a llenarse de agua, es mejor abandonarlo.
  • Circula preferentemente por carreteras principales o autopistas, evitando las pistas forestales o carreteras secundarias y utilizando las marchas más cortas.
  • No cruces por puentes a los que el agua rebase por encima.
  • Si el problema te sorprende en casa, evita que las sustancias tóxicas y/o inflamables entren en contacto con el agua.
  • No entres en las zonas inundables de la casa, como garajes, sótanos, etc.
  • Nunca utilices el ascensor, el fluido eléctrico puede fallar en cualquier momento.
  • Desconecta la corriente eléctrica.
  • Si llega el caso, no dudes en abandonar la vivienda, dirigiéndote a un lugar más elevado, o a donde las autoridades estén remitiendo a los vecinos.
  • Si el agua te aísla en la parte superior de tu casa, no la abandones a nado, la corriente te puede arrastrar, es preferible esperar ayuda.
  • No sobrevalores tus posibilidades, se prudente, y en caso necesario, espera la ayuda especializada.
  • Acabada la emergencia, no regreses a tu vivienda hasta que los técnicos te indiquen que es seguro hacerlo.
  • Una vez se pueda acceder a las viviendas, no enciendas fósforos ni dispositivos que desprendan chispa alguna, incluido el interruptor de la luz.
  • Beber sólo agua embotellada.
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sábado, 19 de diciembre de 2009

miércoles, 9 de diciembre de 2009

8/12/09 Procesión de la Inmaculada 2009 - S/C de La Palma



Procesión de la Inmaculada 2009 - Parroquia de San Francisco de Asís de S/C de La Palma.

Fotos: José Rguez. Escudero.
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miércoles, 2 de diciembre de 2009

viernes, 20 de noviembre de 2009

El bajo coste agrario por Juan Jesús Bermúdez




Numerosos países del Mundo desarrollado están registrando en su seno movilizaciones de los agricultores, ante la convergencia de los problemas que acompañan la crisis económica y financiera internacional. Básicamente, la rentabilidad de las actividades ha descendido, frente a algunos costes que se mantienen altos en relación con las cifras anteriores a la crisis. La guerra por el bajo coste de los alimentos que han emprendido las grandes distribuidoras, en su pugna por mantener cuotas de mercado en este periodo de contracción del consumo e incremento del desempleo, está teniendo como principales víctimas a una parte importante del sector primario, que ha visto en poco más de dos años cómo el “rally” alcista de los precios de los alimentos se ha desvanecido, pese a que los costes de financiación, combustible, transporte, fertilizantes y otros insumos no registran tantos descensos, lo que reduce los márgenes de beneficios o cuestiona directamente el mantenimiento de algunas actividades agropecuarias.

Los precios de los alimentos, en términos reales, iniciaron desde hace casi medio siglo una senda de declive que se mantiene aún hoy en las zonas de mayor renta. Los increíbles incrementos de la productividad agropecuaria desde los años 60 del pasado siglo generaron gran abundancia en el suministro de materias primas agrarias, gracias a los bajos costes de toda la cadena de producción, apoyado por las administraciones públicas norteamericana y europea, que promovieron la mayor reconversión agraria de la historia, con el abandono masivo del campo hacia las grandes conurbaciones, y la especialización mecanizada de la actividad, que hoy está concentrada en porcentajes de la población activa que, en el mejor de los casos en los países ricos, alcanza el 5% del total. Todo ello alimentó el bajo coste agrario, con una estructura de costes que se tambaleó hace unos pocos trimestres.

La burbuja del precio de las materias primas que culminó en julio de 2008 supuso un antes y un después para muchas actividades económicas, entre ellas la agrícola. La sequía del crédito resultó más letal que la pluviométrica, y ha desdibujado la tendencia que parecía consolidada, sobre todo a favor de los consumidores y los intermediarios, de mejora o, en el peor de los casos, estabilización de la renta agraria.

La consecuencia de la crisis agropecuaria y el descenso de rentabilidad frente al incremento de los costes generan una peligrosa espiral de desinversión en el sector que, unido a la evidente falta de relevo generacional y, entre otros factores, la pérdida de márgenes de crecimiento en los rendimientos de las cosechas que se viene registrando, puede ocasionar problemas reales de estabilidad de la cesta de los alimentos a medio plazo. Hay que tener en cuenta que la crisis económica que vivimos (también, por tanto, la del poder adquisitivo por parte de los compradores) puede prolongarse de forma importante, dado que existen varios factores cuya importancia está evidenciándose en los últimos años – singularmente el acceso cada vez más exigente a los finitos recursos energéticos, minerales y el mismo suelo de cultivo, etc. -, que dificultarán el retorno a la creciente senda del crecimiento que habíamos conocido en las anteriores décadas.

Podemos decir que hemos vivido con bajo coste agrario hasta ahora, pero que esa etapa tiene costes crecientes, que cuestionan su mantenimiento. Resulta paradójico que la sociedad de la revolución digital vea cómo su sector primario contempla con escepticismo su propio futuro, y considere el abandono de la actividad principal de cualquier sociedad. La continuidad de la crisis requerirá, probablemente, y frente a la tendencia actual, una nueva intervención pública reforzada en el sector primario, así como un incremento de los precios de los alimentos y reducción de los márgenes en la cadena de distribución, en una renta doméstica que está registrando ya una sorda reestructuración de sus prioridades del gasto, para adaptarse a una nueva era en la que el acceso barato a los alimentos irá dejando de ser una obviedad.

Juan Jesús Bermúdez
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"Tiempos Revueltos" por Jafet Barreto

Jafet Barreto

La grave crisis económica que azota a nuestro Estado, que tanto ha tardado en reconocer la dirección del PSOE, pasa factura, diariamente, a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. De hecho, por mucho que digan que tenemos políticas sociales, la realidad es otra, los jóvenes seguimos “inmersos” en un país que posee precios abusivos de vivienda, precariedad laboral y salarios que distan mucho de ser mileuristas.

Los datos económicos, según su interpretación política, están jugando un papel de confusión en la sociedad. Aunque el PSOE hable de “brotes verdes”, la observación del contexto es bien diferente. Las tasas de desempleo juvenil han empeorado, drásticamente, durante los últimos meses, afectando al 40% de la juventud menor de 30 años (el doble que en la Unión Europea).

Ante tal semejante situación, el acceso a una vivienda digna es un sueño imposible. Hoy en día, por ejemplo, si un joven deseara emanciparse, comprar una vivienda de tan sólo 40 metros cuadrados, debería invertir algo más del salario íntegro de trece años consecutivos. ¿Dónde están las políticas públicas de vivienda que prometía Zapatero?. Por ahora, me quedo con un Ministerio de la Vivienda que, por su falta de iniciativas, es un verdadero despilfarro económico.

Lo peor de todo es que los jóvenes, los trabajadores y, nuestros mayores, se sienten realmente desprotegidos. La situación actual, dentro de los partidos de izquierdas y sindicatos mayoritarios, es de plena colaboración pues, su única intención es contentar la crispación de sus “delegados” y el descontento existente en la calle.

En este tiempo de crisis económica, la política de colaboración o de “pacto social”, se ha caracterizado por pequeñas huelgas convocadas a destiempo, lograr insignificantes acuerdos de indemnización o firmar expedientes de regularización laboral. Cada una de las pocas acciones emprendidas, hasta la fecha, caen en la sociedad como un jarro de agua fría.

Así, de las medidas adoptadas por el des-gobierno del Señor Zapatero para “salir de la crisis”, la más importante, por su cuantía, ha sido los 150.000 millones de euros (más del 15% del PIB del Estado español), destinado al “salvamento de la banca”, entidades reacias a dar créditos y “engordadas” por el dinero de los contribuyentes. Sin embargo, es curioso que sólo concediera 8.000 millones de euros a los ayuntamientos, por cierto, únicamente, sirvió para crear 4000.000 empleos de una duración media de 3 meses.

La sociedad debería exigirle a sus representantes, políticos y sindicalistas, unas políticas que verdaderamente paleen nuestras necesidades sociales, donde dejen a un lado su oportunismo político, su “amarillismo”, y las medidas económicas que, a última instancia, no suponen nada.

Jafet Barreto es Presidente de “Alternativa XXI” y Delegado Territorial de las Juventudes del PP de Los Llanos de Aridane.
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lunes, 28 de septiembre de 2009

Iconografía de San Miguel en Santa Cruz de La Palma

Desde la Edad Media, los clérigos se ingeniaron para distinguir a los ángeles y arcángeles por sus acciones y sus emblemas apropiados. En la obra francesa Iconographie de l’art chrétien. Les anges, ya se nos adelanta lo que a partir de entonces vendría a constituir la presentación de San Miguel: Michael victoriosus, princeps militiae caelestis, pugnat cum dracone…, es decir, “el Arcángel victorioso, jefe de las milicias celestiales, lucha contra el dragón…”.



Las devociones introducidas en Santa Cruz de La Palma desde su conquista, el 3 de mayo de 1493, son producto de una profunda religiosidad imperante, principalmente en la Corona de Castilla, pero también en el resto de las regiones con las que tuvo contacto comercial, etc. Las costumbres litúrgicas y piadosas vigentes serían decisivas en la generación de encargos artísticos, tanto los demandados por los propios eclesiásticos como los particulares, sobre todo familias adineradas y de abolengo. Tanto los Cristos y Vírgenes como Santos y Santas completan el repertorio temático en el que se incluyen también los Ángeles. Una de estas excelentes representaciones es la estatuaria gótico-renacentista que se conserva aún, afortunadamente, en La Palma. Existen varios magníficos ejemplos de la representación del Patrón de la Isla en la capital palmera.

“El nombre de Santa Cruz de La Palma surge del símbolo cristiano más genuino, entendido siempre como victoria gloriosa. San Miguel fue el santo favorito del conquistador, dio lugar al nombre de la Isla y fue la primera advocación a la que se le dedicó un templo”, en Tazacorte, como símbolo de los nuevos valores traídos por los españoles. Recordemos que en la escritura otorgada a Lugo por los Reyes Católicos en Córdoba se da una orden determinante sobre la Isla: “que dende en adelante se llame y tetule la isla de San Miguel de La Palma”. Algún historiador, como Núñez de la Peña, sostiene que Lugo prometió al Santo poner su nombre a la Isla si la conquistaba. El santo militar presenta su rostro de protector y benefactor caritativo al caudillo de la conquista. Lugo declaraba en su testamento de 1525, que era el santo guerrero “a quien toda mi vida tuve por especial abogado y entervenidor”.

La capital empieza su andadura histórica con el título de “villa de Santa Cruz” hasta 1540. Junto a este nombre aparece otra denominación alternativa y curiosa, “villa de Apurón”, empleada antes de 1500 por el “apuro” en el que se vio la población por la rebelión de los aborígenes tras la conquista. En una escritura de 1510 se menciona el “puerto de Apurón”. En 1542 ya consta el título de “muy noble y leal ciudad” concedido por Carlos V. También “noble ciudad de Santa Cruz”, “noble ciudad” o “ciudad de La Palma”. Torriani la llama “cittá de San Michele” (ciudad de San Miguel) y finalmente el completo nombre de “muy noble y leal ciudad de Santa Cruz de San Miguel de La Palma”.

1.- SAN MIGUEL DEL SANTUARIO DE NTRA SRA DE LAS NIEVES

Se conserva una soberbia talla brabanzona del Arcángel en el Real Santuario Insular de Ntra. Sra. de Las Nieves, perteneciente al primer cuarto del siglo XVI. Procede el Ex - Real Convento de La Inmaculada Concepción, también de esta ciudad, y fue donado en su testamento en 1630 por el Capitán Miguel Pérez, portugués, Piloto mayor de La Palma; el mismo que en 1570 se comprometió a dirigir la expedición organizada para descubrir la mítica Isla de San Borondón. Aquel caballero instituyó también una misa cantada con sus vísperas y procesión alrededor del claustro de dicho Monasterio en el día de su advocación.

En el primer tercio del siglo XIX, después de la supresión inicial de esta comunidad franciscana, la talla se encontraba entronizada en el cuerpo superior del retablo de la Capilla de la Vera-Cruz (segundo del lado de la Epístola). Más tarde, en 1969 pasó al Santuario de La Patrona, donde se halla actualmente, en una urna-hornacina del bello retablo, segundo del lado del Evangelio, gemelo al de la Virgen de Los Ángeles. Antes se había retirado un altar neogótico donde se encontraba una talla del Sagrado Corazón de Jesús.

Este tema iconográfico se nos presenta a San Miguel combatiendo al dragón apocalíptico o Satanás, que se retuerce bajo sus pies desnudos con apariencia de un ser monstruoso. El Arcángel va provisto de una anacrónica coraza dorada con remates ondulados y hombreras globulares festoneadas. Empuña una larga y fina cimitarra o alfanje con la mano derecha y en la otra lleva un escudo oval adornado con las siglas Q.S.D., abreviaturas de la frase latina Quis sicut Deus (Quién como Dios) que alude a su preeminencia entre los espíritus celestiales. Su participación en la divinidad también está representada por el color dorado de sus rizados cabellos enmarañados, que cubren una pequeña cabeza y forman bucles en las puntas. Lleva una gran falda de color rojizo policromada y con adornos también dorados. Sus dos alas multicolores explayadas surgen de un ceñido jubón desde el que sale el ampuloso faldellín. Su estilizada y frágil figura es representada en una postura de equilibrio inestable; parece que flota sobre el monstruo que se contorsiona. Tan sólo su pie izquierdo está apoyado sobre la bestia, mientras que el derecho se suspende en el aire, sugiriendo, junto con el convencional plegado de los paños de su larga túnica, un movimiento de elevación y de lucha, sacudida por la agitación de la batalla librada contra el diablo.

Esta imagen del Patrono de la Isla debe adscribirse a la producción escultórica de los Países Bajos meridionales del primer cuarto del siglo XVI, posiblemente traído de Bruselas donde al Arcángel se le considera el Protector de la Ciudad.

Otra pequeña imagen del Arcángel de aproximadamente 30 cms. y sin atribución, la encontramos en el Pre -Museo de Arte Sacro del Santuario y que antiguamente estaba entronizado en el retablo barroco de “La Morenita”. Se presenta como “abanderado de Dios” ya que porta en su mano izquierda el estandarte de la milicia cristiana. Lleva faldellín rizado y dorado y ribeteado en azul. Lleva una capa roja que se remonta sobre el hombro izquierdo y atraviesa diagonalmente por delante para luego colgar por encima del brazo del mismo lado. Está ejecutada en paños encolados y lleva las alas abatidas y casco sin penacho. Esta talla policromada de pequeño formato y de índole popular porta en su mano derecha alzada una pequeña espada.

El escudo heráldico de la ciudad aparece en una magnífica capa pluvial de seda bordada con hilos de oro que se custodia en la sacristía del Santuario. En la parte dorsal de dicha capa surge la figura de Miguel bajo forma heráldica. Porta en su derecha una balanza y en la otra un vástago que puede ser una espada.

2.- ESCUDO DE LA FORTALEZA DE SAN MIGUEL DEL PUERTO

Esta escultura del Santo nos recuerda a la que se encontraba representado el Ángel en el centro del escudo de la Torre de San Miguel del Puerto de Santa Cruz de La Palma, ya levantada el 13 de junio de 1515, cuyo coste final ascendió a 250 ducados. También en este ejemplo, el Arcángel mira fijamente al Diablo, inclinándose hacia él. Esta fortificación fue muy conocida en todo el Archipiélago y ubicada en lo que se conoce como la Plazuela del Muelle. Único baluarte defensivo con el que contaba la capital palmera durante el ataque y desembarco de François Le Clerk, “Pata de Palo” en 1553. No sólo fue la fortaleza más antigua de Santa Cruz, sino una de las más remotas construcciones militares de Canarias. En la puerta de entrada del Fuerte, había embutida en la pared una lápida con el escudo de las Armas Reales. Sobre la Puerta del Cuerpo de Guardia estaba la imagen de San Miguel, en piedra. Viste coraza de guerrero y con una larga lanza en cuya punta hay una cruz y una bandera, combate a Lucifer, en forma de dragón. Pelo largo recogido por una cinta, alas desplegadas y escudo en su brazo izquierdo. Según Gómez Pamo: “representando más como un artístico relieve con resabios todavía góticos que como un escudo de armas”. Este escudo se encuentra actualmente custodiado entre los tesoros de la magnífica Sociedad de la capital “La Cosmológica”.

3.- SAN MIGUEL EN LA PARROQUIA MATRIZ DE EL SALVADOR

En la Parroquia Matriz de El Salvador también encontramos lugares donde se representa iconográficamente al Patrono de la isla. Por ejemplo, la segunda más grande de las campanas de la magnífica torre del templo, la campana verde, encargada a Sevilla expresamente para esta iglesia, se encuentra una inscripción que reza: Ora pro nobis Sancte Michael Arcangeli.

Ya en el interior de la bellísima y suntuosa iglesia, en el arco de entrada al coro de estilo rococó, que se apoya en ménsulas, tiene una clave rematada con un escudo representando a San Miguel. Sobre éste, se alza una gran cruz sostenida por dos ángeles blancos. Nos recuerda también al escudo del Patrón insular en el arco principal del escenario del Teatro Chico, denominado “Terpsícore y Melpómene”.

Otro ejemplo es el lienzo de enormes proporciones (350 x 210 cms) situado entre uno de los fabulosos canceles y la capilla lateral de San Juan Bautista, en la nave del Evangelio. Encontramos nuevamente al Ángel luchando con el diablo, representado como una bestia horrible de largas garras y de forma humana con grandes alas membranosas. La pintura se atribuye al famoso artista madrileño Ubaldo Bordanova, quien lo acabaría a finales del s. XIX, cuando estuvo realizando varios trabajos en la misma iglesia. Sin embargo, el cuadro no aparece firmado ni tampoco hay documentación alguna que avale su atribución. Se cree que el motivo por el que pintó este Santo fue el de su agradecimiento al tener tanto trabajo en la isla mediante la afirmación de su patronazgo sobre la misma. El Arcángel aparece en el preciso instante de posarse, con el pie izquierdo sobre el cuerpo de la Bestia, abatido a sus pies, mientras que la izquierda presenta un movimiento un tanto danzante. Blande espada flamígera con la derecha y su cabeza presenta una cabellera rizada de color rubio. Actualmente presenta un aspecto lamentable y patético: el bello marco dorado está carcomido y continúa el desgarro en la parte inferior del lienzo, dicen, producido por el navajazo propinado por un borracho –otros dicen que fue un deficiente mental- que se sentía orgulloso después de su faena gritando que “¡había matado al diablo!”, ya que el destrozo corresponde al lugar donde está pintado el abdomen de éste. Es inconcebible cómo no se le ha prestado el mínimo interés por parte de las autoridades competentes, tanto eclesiásticas como de patrimonio histórico artístico, etc.

Dentro de la sacristía gótica del mismo templo, sobre la puerta del Presbiterio, hay una pequeña repisa con la escultura del Arcángel (de aprox. 130 cms.) que está entronizado con una postura hierática y majestuosa, sobresaliendo de un castillo y con una cruz de fondo. Es visible desde la Calle Real. Lleva una pequeña espada de fuego en alto empuñada en su mano derecha y un escudo a su izquierda con las iniciales “Q.S.D.”, indumentaria ésta de general romano, una representación que es muy frecuente desde el Renacimiento. De porte esbelto, recio cuello y rostro de mancebo imberbe, viste un faldellín rizado de color azulado y con las orillas en dorado. En el antiguo retablo mayor construido hacia 1639 (según el inventario de 1675), famoso en todo el Archipiélago según referencias del Obispo García Ximénez, y hoy lamentablemente desaparecido, figuraba una imagen del Ángel que podría ser la que aquí se conserva, obra de Antonio de Orbarán, de aproximadamente 1644.Durante las Fiestas Lustrales esta magnífica talla, a la que se cubre con un espléndido manto corto rojo adornado con hilos de oro, acompaña a la Virgen de Las Nieves y a la Santa Cruz en el largo itinerario oficial de la Procesión General.

En el inventario de la Parroquia de 1648 consta que la escultura figuraba como remate del sagrario, juntamente con cuatro niños. En otro anterior, de 1603, se nos describe el altar mayor “a pincel”, con la Transfiguración como tema central y tablas con otros santos. Uno de estos es precisamente San Miguel, “cuya presencia es lógica”. La Transfiguración plasma “la gloria divina de Cristo y es un tema triunfante en perfecta armonía con otros símbolos y advocaciones insulares”, la palma – Santa María de La Palma, Nuestra Señora de Las Nieves-, San Miguel Arcángel y la Santa Cruz Gloriosa.

El célebre alcalde don Juan B. Lorenzo cuenta en sus Noticias que el 7 de octubre de 1759: después de un lucido novenario en la Parroquia del Salvador salen en procesión general San Miguel y San Sebastián , por la epidemia variolosa que se padece en toda la isla haciendo muchas víctimas. Es uno de tantísimos ejemplos que avalan la devoción por el “Príncipe de las huestes celestiales”.

Otro bello ejemplo de escultura del Santo en este maravilloso recinto sacro la encontramos en la talla de tamaño natural del joven Arcángel inclinado sobre el terrible diablo, con grandes y magníficas alas desplegadas. Se hallaba en lo alto del coro rococó en el fondo de la nave de la Epístola, sobre el baptisterio. Una vez se recuperó la procesión en su onomástica, el 29 de septiembre de 2007, la efigie fue colocada sobre un pedestal al lado del retablo de la Milagrosa, en la nave del Evangelio. Ese mismo día fue colocada en una de las hornacinas exteriores del segundo cuerpo de la torre del templo, una imagen de mármol blanco del Arcángel con la espada levantada y un demonio a sus pies. Se bendijo durante la procesión.

Dentro del bajo coro, en una urna, encontramos otra referencia al Arcángel. Allí está ubicada la magnífica talla flamenca de San Luis, monarca reinante en Francia, fundador de la Orden de San Miguel, cuyo collar ostenta.

4.- EL ARCÁNGEL EN LAS CASAS CONSISTORIALES

Siguiendo con nuestro recorrido por la ciudad, encontramos que, en las Casas Consistoriales, el edificio renacentista más importante y completo de Canarias, se guarda el escudo heráldico de la ciudad, presidido por San Miguel, obra en madera tallada y pintada atribuida al artista palmero Aurelio Carmona (1826-1901). El Arcángel aparece apoyándose sobre un pie sobre un castillo que emerge del mar. Porta en su derecha una rama de palma y en la otra una balanza. Se aloja la escena en un óvalo de fondo azul y con una bordura de talla policromada y rematado el conjunto por una corona real. A ambos lados se hallan dos estandartes y la bordura es ribeteada por un ramo de olivo a cada lado y enlazadas en su parte inferior por unas cintas. A la derecha del lazo se observa un cañón y en el otro, un yelmo.

Sobre el fabuloso pórtico de la fachada, encontramos un gran escudo central, el imperial, mientras que sobre las ventanas y entre ellas, encontramos el de La Palma, espléndido relieve que muestra la efigie del Arcángel con sus conocidos tributos iconográficos: la palma en una mano – representa así la victoria militar y cristiana – y en la otra la balanza – símbolo de la justicia-. El Ángel surge de una torre almenada – vigilancia y ascensión- que es la propia Isla de La Palma emergiendo sobre el mar. Así mismo un medallón, muy del gusto plateresco, que guarda el perfil del rey Felipe II. Don Fernando Gabriel Martín Rodríguez nos detalla que, tanto el escudo de San Miguel como otro de la exaltación del teniente Alarcón, ambos a la misma altura de la fachada “poseen marcos avolutados y terminación apuntada”

También en este bello edificio, que alberga al primer ayuntamiento democrático de España, se custodia celosamente el magnífico «Pendón de la Conquista», el más antiguo de las islas, una de las principales reliquias conservadas en el Archipiélago y restaurada en 1993. Está bordado en oro sobre seda carmesí y presenta el escudo real en una cara y en la otra el de la isla –San Miguel sobre un castillo, como fortaleza alada-, y los correspondientes a la familia del Conquistador. Se le ha dado un origen mítico: se cuenta que fue bordado por las propias manos de la Reina Isabel la Católica, aunque realmente data del período de Carlos V, como denotan sus símbolos imperiales. En las fiestas del Patrón de la Palma, el 29 de septiembre, el Cabildo acudía en procesión con el estandarte real al convento dominico de San Miguel de Las Victorias, a fin de “rendir festivas gracias a su patrono, guardián y protector de la isla”. Así comenzaba el acta de 29 de septiembre de 1705: “…que respecto al inveterado privilegio y posesion inmemorial en que ha estado este Cabildo de asistirle y las Compañias con sus Capitanes y banderas para la celebridad de la fiesta del glorioso Sor. San Miguel, patrono de esta isla, en cuyo dia sale este Cabildo con el «Estandarte Real»…”

Don Antonio Vázquez escribía el 26 de febrero de 1800: “yo, el escribano público Antonio Vasques de esta isla de San Miguel de La Palma, por el Rey Nuestro Señor, certifico, doy fe y verdadero testimonio cómo en el Estandarte Real que tiene el Cabildo y el regimiento de esta isla, que se saca a las funciones acostumbradas como es el día de la Santa Cruz de Mayo, Corpus Christi y el Arcángel San Miguel, están por una parte de él las Armas Reales y por otra la Imagen del Señor San Miguel….”

5.- EN LA ANTIGUA FUENTE

Dentro del mismo conjunto renacentista, excepcional, encontramos dentro de la Plaza de España, la famosa fuente terminada en 1588, siendo Gobernador Hierónimo de Salazar, costando 200 ducados. Está adosada a una pared desde donde salen cuatro chorros de agua enmarcados en un arco rebajado. Existe un pequeño arquitrabe y luego un friso corrido con la leyenda de su construcción. El coronamiento es un frontón triangular cerrado, rematado en sus vértices por un pequeño pedestal. El tímpano aparece blanqueado, con elementos heráldicos, dos escudos: el de la izquierda, las armas de la isla con la efigie del Arcángel San Miguel y a la derecha las de Jerónimo de Salazar.

6.- EN LA ERMITA DE SAN TELMO

El actual retablo mayor de la ermita de San Telmo - ubicada sobre el puerto-, realizado en la década 1680-1690, y dorado más tarde, fue calificado por el profesor Alonso Trujillo como preciosa joya, obra de un maestro poseedor de una categoría artística bien notoria. No tiene otro ejemplar que pueda comparársele…. En una de las hornacinas laterales del segundo cuerpo –se ha colocado en ambas- , se halla entronizada una bella talla policromada de San Miguel de 100 cms. de altura, presumiblemente obra de un ensamblador local, como denota la venera de su coraza, que se asemeja a la decoración del retablo en el que recibe culto. Son dorados: el casco, la coraza, el escudo, las dos alas, sus botas, parte de su penacho del que también sobresalen plumas rojas… Sus alas se muestran caídas hacia detrás y abajo, y su mano derecha levantada. Por la altura de ésta y la disposición de sus dedos, diríamos que más que una espada, habría portado una balanza, aunque no lo hemos podido confirmar aún. Una postura que nos recuerda al San Miguel Triunfante del palmero Bernardo Manuel de Silva que se custodia en la Parroquia de San Andrés, en la Villa norteña de San Andrés y Sauces. El Arcángel, vencedor de los ángeles rebeldes, está vestido según la lujosa moda de la milicia del siglo XVII: grebas enjoyadas, faldellín corto, faja de seda en la cintura, peto de armadura y casco con penacho de plumas, etc.

7.- EN EL EXCONVENTO DE SAN MIGUEL DE LAS VICTORIAS.

En 1530, fray Domingo de Mendoza, evangelizador del Nuevo Mundo, fundó una ermita erigida por el Adelantado Fernández de Lugo bajo la advocación de San Miguel, futuro convento de Santo Domingo, convertido posteriormente en el siglo XVIII en uno de los más suntuosos de las islas. Probablemente el San Miguel Triunfante que preside el fabuloso altar mayor barroco. Es el mismo retablo que fue dorado en 1751, definido por el doctor Trujillo como el más bello, completo y barroco ejemplo de los retablos de columnas salomónicas pareadas y dos cuerpos existentes en el Archipiélago.

Se trata de una imagen para retablo (de unos 140 cms. aprox.), es decir, inacabado en su parte posterior, ataviado como guerrero a la romana, armado, elegante y victorioso. Transmite cierto aire y ademán refinado y palaciego. Su modulado voluptuoso recuerda a los angelotes barrocos dieciochescos; porta un escudo grande y redondo en su brazo izquierdo, decorado con motivos dorados y una gran flor en su parte central. También aquí aparece la inscripción “Q.S.D”. Son de oro la mayoría de los elementos de su atuendo: sus botas; un bastón sobre el que se apoya, arqueando su cuerpo; una gran capa que cae por detrás arrastrando por el suelo y de forro marrón; los pliegues de su casco y penachos; su coraza; el interior del oscuro y grisáceo faldellín; las rodilleras afloradas, etc. Más bien podemos indicar que se trata de un disfraz palaciego de un sarao en Versalles que el de un aguerrido atuendo del príncipe ejemplar de las milicias celestiales. Su larga cabellera oscura, sus grandes ojeras, su semblante de triunfador, un gran lazo rojizo anudado sobre la cintura derecha, son otras de sus características principales. Su autor fue el escultor dominico grancanario fray Marcos Gil que estuvo en el cenobio desde 1702 hasta 1706.

También en este mismo templo, se custodia la magnífica tabla del Arcángel (óleo sobre tabla de 166 x 176 cms., titular del convento dominico de San Miguel de La Palma o de las Victorias. Su autor fue el prestigioso pintor Pierre Pourbus el Viejo (1523-1584). Su contemplación sugiere una idea: la creación de un nuevo tipo de héroe, representante de la Iglesia Católica como ‘general romano’ y vencedor de la Iglesia reformista… Aparece como jefe guerrero batiendo al demonio, con espada en alto, amenazante; porta una balanza , símbolo del juicio particular al que se somete tras la muerte, el alma del fiel, representada por una figura desnuda en actitud orante sobre uno de los platillos, que el diablo trata de inclinar a su favor. Este tema de San Miguel como “psicopompo”, es decir, el conductor de los muertos cuyas almas pesará el día del Juicio, también se relaciona con las inscripciones latinas de los capiteles de los arcos colaterales de la capilla mayor, “alusivas al Juicio Final y a la segunda venida de Cristo”, según palabras del profesor Pérez Morera. Conforme al espíritu militante y combativo de la Contrarreforma Católica, encarna la defensa armada de la Fe, de manera que aparece retratado con indumentaria y pose militar. Está colgado en la pared lateral izquierda de la nave principal del templo de Santo Domingo de Guzmán.

Las valiosas pinturas flamencas que componían el retablo original del Convento de San Miguel de Las Victorias, representativas del manierismo de la Escuela de Brujas y atribuidas al famoso Pierre Pourbus “el Viejo”, fueron desmembradas de su marco originario en 1703, cuando se construyó el fabuloso retablo barroco actual. Hoy en día se conservan seis tablas: San Miguel, San Juan Bautista, la Genealogía de Jesús, Santos Dominicos y las grisallas de San Blas y San Francisco. Fueron traídas por el conquistador de Nueva Granada, el licenciado Juan de Santa Cruz, quien edificó la capilla mayor del templo, como perpetuo monumento de fama y victoria.

Existe un relieve en piedra esculpido en el siglo XX en uno de los pórticos de entrada en el actual Instituto de la Plaza de Santo Domingo, de Santa Cruz, cerca de donde se ubicó la primigenia ermita de San Miguel de Las Victorias y aún se encuentra el mural del venerado “Cristo de La Portería”. San Miguel aparece vestido como un centurión romano y alado. En la derecha sustenta una gran lanza y en la izquierda lleva un escudo. Aquí el “Adversario de Dios” aparece aplastado bajo los pies del Santo en forma de terrible dragón alargado con fauces abiertas y con largos dientes afilados.

8.- FAMILIA DE PEREZ ALGARRADA

En el antiguo oratorio particular del catalán Ferrer se encontraba esta pequeña imagen de San Miguel (s. XVIII) combatiendo al Diablo. En la actualidad es propiedad de la familia del fallecido don Argelio Pérez Algarrada. El Santo blande espada flamígera en su mano derecha y adelanta su izquierda sin atributo alguno formando un ángulo hacia delante. Es probable que llevara escudo o cadena con la que sujetara al Maligno. De amplias alas desplegadas, coraza dorada ceñida al cuerpo y faldellín rizado en tono azul oscuro, la talla flexiona la pierna derecha y apoya sobre el cuerpo negruzco del Demonio.

9.- EN OTROS LUGARES

La efigie del Arcángel se sucede en numerosas representaciones a lo largo y a lo ancho, no sólo de la capital, sino de toda la isla. Basta recordar que la imagen del Santo aparece en los escudos oficiales de Santa Cruz de San Miguel de La Palma así como en el del Excmo. Cabildo Insular. Bellas representaciones escultóricas tenemos en los “San Migueles” que salpican las ermitas e iglesias de la isla: el de Breña Baja, magnífica talla procedente de talleres antuerpiense en torno al siglo XVI; el de la parroquia de San Juan de Puntallana, magistral obra de Benito de Hita y Castillo de 1773; también el de su ermita de Breña Alta: una talla de bulto redondo anónima de 110 cms de altura, de muy bella factura que bien pudiera ser obra de un artista local; el del Santuario de Las Angustias en Los Llanos de Aridane, de 107 cm de alto, traído de Amberes y también del XVI; y sobre todo el de Tazacorte, de 147 cms aproximadamente, que se venera en la parroquia homónima y fue traído de Flandes por Jácome Monteverde. Su onomástica oficial es el 29 de septiembre, donde tiene lugar la tradicional ofrenda del Cabildo en el simbólico acto de veneración al Patrón de La Palma y la solemne procesión por las calles de la Villa y Puerto donde se le tributan grandes fiestas en su honor.

José G. Rodríguez Escudero


BIBLIOGRAFÍA

CASTELLANO GIL, José M; MACÍAS MARTÍN, Francisco J; SUÁREZ ACOSTA, José J.: Historia de las Fortificaciones de la Isla de La Palma, Centro de la Cultura Popular Canaria, Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, 1991.
FERNÁNDEZ GARCÍA, Alberto-José. Real Santuario Insular de Ntra. Sra. de Las Nieves, Everest, León, 1980
FERRANDO ROIG, Juan. Iconografía de los Santos, Ediciones Omega, Barcelona, 1950.
LOPEZ GARCÍA, Juan Sebastián. La Arquitectura del Renacimiento en el Archipiélago Canario, Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, 1983.
LORENZO TENA, Antonio; RODRÍGUEZ LEAL, Nieves R., La ermita y la hacienda de San Miguel en Breña Alta. Apuntes de una vinculación histórica, Madrid 1997
MARTÍN RODRÍGUEZ, Fernando Gabriel, Santa Cruz de La Palma. La Ciudad Renacentista. [s.l.]: Cepsa, D.L., 1995
MARTÍN SÁNCHEZ, Miguel Ángel: Miguel, el Arcángel de Dios en Canarias. Aspectos socio-culturales y artísticos. Aula de Cultura de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1991.
NEGRÍN DELGADO, Constanza. “Escultura” en El Arte Flamenco en La Palma, Consejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1985
LORENZO RODRÍGUEZ, Juan Bautista. Noticias para la Historia de La Palma, La Laguna- Santa Cruz de La Palma, t. I y II, 1975 y 1997
PÉREZ MORERA, Jesús . Bernardo Manuel de Silva, Biblioteca de Artistas Canarios, nº 27, Santa Cruz de Tenerife, 1994.
- Idem. Magna Palmensis. Retrato de una ciudad, Servicios de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de Canarias, nº 242, Arte 27, 2000
RÉAU, Louis. «Satan et les Demons», «Les anges», Iconographie de l’art chrétien, PUF, Paris, 1956
RODRÍGUEZ, Gloria. La iglesia de El Salvador en Santa Cruz de La Palma, Madrid, 1985
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martes, 22 de septiembre de 2009

Petición de ayuda urgente de la Protectora Grupo-Anda la Palma

Mi nombre es María Hernández, vivo en la isla de la Palma, y colaboro como voluntariacon algunas protectoras de animales, de toda Canarias,y estoy cansada de ver que nadie hace nada en La Palma por ayudar a los animales necesitados de nuestra isla, la isla bonita, la llaman.

Perro


Acabo de recibir una petición urgente de las chicas el grupo de Anda la Palma.
Teléfono: 691442289
Correo electrónico: anda_lapalma@hotmail.com

Creo que es realmente vergonzoso que aún se estén pensando si crear o no crear un albergue en la isla, cuando todos sabemos lo necesario que es.

A su vez recrimino a quienes tienen en sus manos la obligación de llevar a cabo la tarea de cumplir con una Ley que lleva en marcha desde el año 91.

Canarias
Ley 8/1991, de 30 de abril de protección de los animales

La indico, por si han olvidado algún detalle, y en este aspecto me refiero a los ayuntamientos de nuestra querida isla.

Se que este mensaje va dirigido tanto a ellos, como determinados servicios del Cabildo Insular, asi como diferentes colectivos, amigos, y prensa en general.

Se dió como ultimo mes el de Enero de este año, para que el tema del albergue estuviera en marcha, estamos comenzando el otoño, y aún no se sabe nada de nada, ni se ve que se muestre interes por el tema.

Estas chicas trabajan dia trás dia, festivos, domingos, y a cualquier hora del dia o de la noche, para ayudar a estos animles, que este verano como tantos otros han sido desastroso en abandonos, pero mientras otros duermen en sus camas por la noche, y soñando despiertos por el dia.

No dudo que existen muchos problemas en nuestra isla, pero éste no es uno menos, éste es uno mas, de tantos problemas como hay.

Se también que existen personas que han intentado lograr el albergue, pero siemrpe aparecen pegas y no sé ni el porque.

El turismo se os espanta, hoy mismo he hablado con alguien, una señora alemana que ha venido de vacaciones a la isla y que se va a llevar una gatitia que encontró en los Llanos a su pais con ella.

¿Y nuestra juventud, nuestros niños? ¿Que les estamos enseñando, como les estamos educando al darles a entender que los animales son menos importantes que algunas cosas materiales?

Bueno yo creo que ya basta, sinceramente y con todo el respeto que puedo tener, pero ya está bien de no dar un golpe en este sentido.

Se nos mueren los animales recogidos porque ya vienen enfermos y el que no, coge la enfermedad de otro que si lo están, porque no hay donde colocarlos, no hay forma ni medios para atenderlos como seres vivios, se recogen crias de gatos en cajas al lado de los cubos de la recogida de basura, se encuentran podencos a montones, incluso madres con crias pequeñas, ¿de donde viene esos podencos?, creo que todos los sabemos.

Desearia y me encantaría saber que este correo servirá para algo, sinceramente asi lo espero porque si pensara lo contrario, no lo habria escritro.

De todas formas y a la atencion de todos ustedes, a quienes me dirijo, debo de decir que esta no será la ultima vez que intentemos seguir luchando por los derechos de nuestros animales.

Ver galería de animales:
http://cid-3d75c1112ec441a2.skydrive.live.com/albums.aspx


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domingo, 13 de septiembre de 2009

Romería de Las Manchas


(Ofrenda en el monumento de Fátima)
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jueves, 10 de septiembre de 2009

Festival Infantil y Juvenil Las Manchas 2009


Festival Infantil 8/9/2009


Festival Juvenil 9/9/2009


Vídeo elección de los romeros mayores 2009

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viernes, 28 de agosto de 2009

Ermita de Nuestra Señora del Socorro su relación histórica con Breña Alta y Breña Baja

Esta ermita -dedicada a la Virgen María bajo la advocación de “Nuestra Señora del Socorro” o “de Los Reyes”- fue fundada por Pedro Fernández Camillón y su esposa, Ana Hernández, entre 1615 y 1621, con licencia obtenida del Obispo de la Diócesis, Antonio Corrionero. Desde esta primera fundación, fue objeto de la devoción del pueblo, expresado a través de numerosas donaciones. La fábrica se realizó en una hacienda de viña y malvasía que poseía junto al barranco de Aguacencio. El motivo de ponerla bajo esta advocación mariana fue “por el voto y promessa que en cierto peligro de mi vida que me vi en un biaje que Dios fue servido librarme hice de erigir una ermita yglesia a deuocion de nuestra señora del socorro en esta ysla”.



Construida la ermita, Pedro Fernández Camillón solicitó en 1627 licencia para poder celebrar misa en ella, en atención a la utilidad que recibían los vecinos del lugar, distantes de la cabeza del curato, la iglesia de San Pedro de Buenavista, “porque la una de la otra estan distantes muy gran trecho y la dicha ermita muy sercana al comun de los besinos y sabe que de aberse echo la dicha ermyta en la parte y lugar donde esta es muy útil y probechosa y a nadie daña y de conserbarse se seguira mucha onrra y gloria a dios nuestro señor y questa fuera de peligro de barranco y arrimaditos y otras cosas que le pudieren dañar... y sabe que de aberse echo ally no tyene inconveniente nynguno para que se dexe de dar lysensia para decir mysa antes la tyene por muy útil y necesaria para los dichos besinos del dicho termyno como para los camynantes que por el pasan...” Así consta en el Archivo de Protocolos Notariales de la capital palmera (escribanía de Juan de Alarcón).

Lorenzo Rodríguez, en sus “Efemérides de la Isla de La Palma” (Noticias...) nos dice que “una fuerte avenida del barranco del Socorro se lleva la antigua ermita de este nombre y el primer castillo del fuerte de Bajamar (1649)”. Se entiende entonces que hubo dos edificaciones de la ermita en la zona de Breña Alta.

La primera representación de la advocación titular fue un cuadro, como atestigua un inventario fechado el 26 de junio de 1650 durante la visita efectuada por Pedro de Escobar Pereyra. Allí consta “un quadro de nuestra señora del socorro”.

Así, la segunda ermita se había fabricado en 1695 en la parte norte junto al cauce del barranco de Aguacencio en la jurisdicción de Breña Alta, “en terreno propio e inmediata a las casas de su habitación, la cual se bendijo en 13 de febrero de dicho año por el Dr. Don Pedro de Guisla Corona, venerable vicacio de esta isla”. El alcalde constitucional de la capital palmera y cronista de la época, Lorenzo Rodríguez, tomó estos datos del libro de la ermita, informando de que “las que resultan del libro de visitas de San Pedro están equivocadas, porque confunden la primera edificación con la segunda”.

En 1695 y en 1700 fue tan grande el temporal y tan fuertes las lluvias, que el cauce del barranco se desbordó y causó muchos deterioros a la pequeña iglesia y “la colocó en inminente peligro”. Fue entonces cuando se debió de sustituir aquella representación pictórica por una de talla.

La preciosa imagen de la Virgen del Socorro fue llevada procesionalmente a la parroquia de San Pedro de Breña Alta, donde fue custodiada con gran cariño y fervor por los fieles. Ante esta situación, los vecinos de este municipio instruyeron expediente ante el vicario insular, aconsejando sobre la conveniencia del traslado de la ermita a otro terreno más seguro. La autoridad eclesiástica autorizó la nueva construcción, que fue finalizada en 1706. El solar fue cedido por Manuel Pérez Corral, en la jurisdicción de Breña Baja. “Se cercó desde luego de paredes, por la misma causa, y en este recinto no sólo funciona el señor cura de Breña Alta, sino que siempre hemos visto presidir con bastón al alcalde de dicho pueblo en la procesión el día de la festividad del Socorro”.

El 29 de abril de 1778 la autoridad eclesiástica concedió permiso para que los vecinos de Breña Baja, “que lo solicitaban con empeño”, llevasen en rogativas a la Virgen del Socorro a la Parroquia de San José, “y conservarla allí todo el tiempo que conviniese por la falta de lluvias que se experimentaba”. El párroco y síndico de San Pedro de Breña Alta, al enterarse, se opuso tajantemente a la procesión, haciendo ver que la ermita pertenecía a su jurisdicción y por lo tanto, la autoridad residía en su persona. Los obstinados vecinos nuevamente le pidieron que fuera él quien entregase a la Virgen al de San José “fuera de muros sin que éste ejerciese jurisdicción y lo mismo al recibirla”. Tras las duras negociaciones, se determinó hacer la rogativa el 2 de mayo. Sucedió que ese mismo día llovió tan copiosamente que “terminó este litigio en que se empeñaban con acaloramiento ambas partes”. El mismo cronista aseguraba que el expediente de este curioso acontecimiento se custodiaba en el “archivo grande de la parroquia del Salvador”.

Según la resolución que se guarda en el archivo de la parroquia de Breña Alta y está transcrita en el libro de la ermita, se volvió a reclamar la propiedad de esta iglesia por parte de los curas de Breña Baja. Finalmente el Vicario Capitular de la Diócesis, en auto de 12 de diciembre de 1886, “resolvió y declaró corresponder a la jurisdicción eclesiástica de Breña Alta, a la que siempre había pertenecido”.

En definitiva, y por este motivo mencionado, presenta esta pequeña iglesia una curiosa peculiaridad que la diferencia de otros recintos sacros erigidos en el territorio insular. La actual fábrica se encuentra ubicada en terrenos de Breña Baja, pero administrativamente, el solar comprendido dentro de sus murallas pertenece a Breña Alta. Es por ello que en la solemne festividad de la Virgen, en la tarde-noche del lunes, el Día Grande, ambas corporaciones municipales son invitadas a participar. De hecho, una placa en la plaza de la ermita, fechada el 24 de agosto de 2001, recuerda que es la Virgen del Socorro el símbolo de unión entre ambas Breñas. El Excmo. Cabildo Insular de La Palma y los Ayuntamientos de Breña Baja y Breña Alta, restauraron el histórico recinto y la plaza conjuntamente.

La majestuosa talla de la Virgen es una escultura en madera policromada de 99 cms., obra del célebre artista palmero Bernardo Manuel de Silva (1655-1721). Esta magnífica escultura, salida de la “mano del mejor pintor que tiene esta isla” –según constaba en un auto de la época-, al igual que otras tallas marianas del maestro, tiene una gran influencia de la imaginería flamenca. Los débitos flamencos, como nos informa el profesor Pérez Morera, “se manifiestan especialmente en el tipo de rostro, que presenta como característica común dulce expresión ensimismada y abstraída, mente amplia y abombada, ojos semiabiertos, pintados al temple, cejas finas y curvas, labios pequeños, barbilla prominente y redondeada y cabello partido en raya a la mitad, que cae en suaves ondulaciones”.

Pérez Morera indica que “la belleza que irradia la majestuosidad icónica de la pieza, manifiesta el elevado nivel alcanzado por los escultores palmeros”. La autoridad eclesiástica tampoco quedó al margen de estas alabanzas a la talla. Así, su acabado llamó la atención del primer obispo de Tenerife, Luis Flojeras Sión. Prueba de ello fue lo que consta en el Libro de Visitas, en 1831: “En esta Iglesia hay una imagen de nuestra Señora con una disciplina en la mano en ademan de azotar al Diablo que tiene a los piez; se encargo al Señor Visitador que indagara el origen de esta singularidad”.

A este tipo iconográfico de la Virgen, de pie con el Niño Jesús en brazos, corresponden varias imágenes del artista, como la “Virgen del Rosario” (1690) de la Parroquia de San Andrés (en San Andrés y Sauces) y la “Virgen del Carmen” (1703) de la de Villa de Mazo. Son piezas que presentan idénticas características formales, “de ahí la supuesta filiación flamenca que se les ha querido dar”. La elegante y suave caída de los pliegues, el tipo de calzado y los motivos de los estofados apuntan su paternidad, al igual que el acabado posterior de la pieza –repetido en casi todas las esculturas por Bernardo Manuel de Silva-, con manto que cruza diagonalmente desde el hombro izquierdo hasta la altura de la cintura, cayendo por la espalda en pliegues paralelos y rectos. Pérez Morera también compara la imagen del Niño, cuya cabeza se asemeja con la de la talla de “San José” de la parroquial de Los Llanos de Aridane.

Estrechamente emparentada con la mencionada “Virgen del Carmen” de Mazo, la del “Socorro” comparte el mismo tipo de expresión flamenca, “rostro oval, enmarcado por la caída ondulada del cabello, partido en dos, que desciende libremente por la espalda hasta más debajo de los hombros. Sin embargo, la posición hierática y frontal, así como el aspecto de tronco, que acusa la disposición vertical de los pliegues, confieren a la talla un aspecto más arcaizante y un volumen más concentrado”. El profesor palmero también profundiza en los motivos y la técnica que muestran los estofados de los vestidos, comparándolos con otras obras escultóricas de Bernardo de Silva, “a base de motivos florales compuestos de trifolias, gruesos roleos y orlas punteadas en oro”.

A sus pies aparecen dos figuras que representan el “bien” y el “mal”, encarnados por las figuras de un angelito y un diablo. El Maligno está representado por una terrible figura antropomorfa, alada y completamente negra. Aparece de pie con una cara de bestia demoníaca y grandes cuernos. Los afilados dientes blancos, sobre todo los caninos, sobresalen de una boca grande de fondo rojo. Realmente impone respeto. Nos recuerda a la figura del “Diablo de Tijarafe”. Se cuenta que hace unas décadas, allá por los años ochenta, uno “medio loco de San José”, no se sabe cómo, agarró la talla antigua de Satán y lo destrozó. Una vecina del barrio fue la que talló la que ahora está colocada a los pies de la Virgen.

Los vecinos cuentan que había unas piedras en el barranco con unos agujeros que atemorizaban a los niños del lugar ya que “creían que eran las huellas de las patas del Diablo”. Según contaba otra señora, el origen había que encontrarlo en una madre que, harta de las ruindades de un hijo, le gritó que “ojalá se lo llevara el Diablo”. Se cree que fue así, ya que el hijo desapareció. Después de la lógica amargura de esta terrible experiencia, la pobre mujer donó la figura original de Satanás y la colocó a los pies de la Virgen para que Ésta lo castigara, como recuerdo a su hijo y para penar por tal blasfemia.

El lunes siguiente al último domingo de agosto, los pureros de las Breñas celebran con fervor la onomástica anual de su patrona, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La bonita imagen es homenajeada con novenas y procesiones y diversos actos, entre los que se encuentran el tradicional “Baile de la Escoba”.

Los grandes fuegos artificiales iluminan a la Virgen durante su recorrido procesional, al igual que a las dos figuras, la del ángel vestido de blanco y la del diablo desnudo y negro que suben la mirada buscando la de Ella. Las representaciones del bien y del mal la acompañan en todo su itinerario procesional a ambos lados de la peana sobre el trono de madera. La imagen mariana se exorna con un cetro de plata en la mano derecha y es nimbada totalmente con una gran aureola dorada de finas ráfagas. Así será presentada ante los numerosos feligreses y visitantes durante toda la semana de novenas y procesiones en su honor.

Los espectaculares fuegos de artificio lanzan luces de colores y sombras sobre la Virgen y el ángel, y los hace más bellos si cabe, mientras que el diablo se nos presenta con un aspecto aún más sobrecogedor. Ante esta feroz visión, no es extraño oír a algún devoto rogar: “Virgen del Socorro, socórrenos y líbranos del mal”.

POEMA A LA VIRGEN
(se conserva enmarcado y colgado en un lateral del interior de la ermita)

“El SOCORRO de ayer, de hoy y de mañana
en la Ermita flamante y marinera.
La que guarda la Virgen que quisiera
darnos su mano de MADRE y SOBERANA.

Es su imagen la rica filigrana
que nos trae la Fe más verdadera.
El gentío la canta y la venera
y en sus labios el rezo se desgrana.

Tú lo sabes, SEÑORA. Te han traído
con la flor un recuerdo allá escondido
que es su ofrenda de gracia y de fervor.

Bajan y suben; ante Ti se entregan
porque conocen que al partir se llevan
el más dulce SOCORRO de tu amor.”

G. Galván de Las Casas
1966.


José G. Rodríguez Escudero

BIBLIOGRAFÍA

GALVÁN DE LAS CASAS, Gumersindo. Poema a la Virgen, [inédito], 1966
LORENZO RODRÍGUEZ, Juan Bautista: Noticias para la Historia de La Palma, La Laguna- Santa Cruz de La Palma, 1975 y 1997, t. I y II
PÉREZ MORERA, Jesús. Silva. Bernardo Manuel de Silva, Biblioteca de Artistas Canarios, Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Litografía Romero, Santa Cruz de Tenerife, 1994.
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lunes, 17 de agosto de 2009

Tradicional Romería de Ntra. Sra. del Pino - 16/8/09

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Ntra. Sra. de La Piedad - San Andrés y Sauces

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Nuestra Señora de Las Angustias y su Santuario del Barranco

La preciosa imagen titular de la ermita de homónima advocación dolorosa, Nuestra Señora de Las Angustias (fechada hacia 1515-1522), llegó a la Isla de La Palma probablemente gracias a las gestiones del caballero Jácome de Monteverde –mercader oriundo de Colonia y establecido en Amberes- o por alguno de sus sucesores en el dominio de las ricas tierras de los aledaños y del patronato de su oratorio.



La compañía alemana Welsen había vendido en 1513 al mencionado Monteverde la propiedad y señorío de las haciendas de Argual y Tazacorte, compra que ratificó la reina doña Juana por Real Cédula dada en Valladolid. Acusado de luterano, fue trasladado a Sevilla, donde murió en 1531. No fue el único flamenco que tuvo problemas con la Inquisición española. Recordemos, por ejemplo, al calvinista Hans Aventroot, factor de los mencionados ingenios azucareros, que cometió la osadía de solicitar al propio Felipe IV libertad de conciencia para los reinos hispánicos y por ello, fue quemado en Toledo en 1632.

La recoleta y bella ermita fue erigida en los primeros años del siglo XVI por los ricos propietarios de la Hacienda de Tazacorte en el fondo del más tarde conocido por Barranco de Las Angustias, que da acceso al actual y famoso Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, impresionante paraje natural. Ya en 1613, la venerada talla –escultura de madera policromada de 100 cms. de alto- presidía su altar colocada en una peana y cubierta por un gran manto de tafetán blanco. Los inventarios de la época informan de que ya poseía cinco mantos y siete tocas.

En el legajo nº 14 de la casa Sotomayor, en Argual , existe una copia muy deteriorada de un escrito firmado por don Félix Poggio y Alfaro, datado de 31 de mayo de 1854 en el que se dirige al Sr. Febles, cura párroco de Los Llanos de Aridane, solicitando información sobre la imagen y ermita de Las Angustias. Alegaba que “ésta que se venera bajo el titulo que la dieron nuestros mayores N.s. de Las Angustias y otras dos iguales fueron tomadas y conservadas por algunos ingleses que preservados de los errores del cisma que contaminó esta nación en los siglos XV y XVI, queriendo llevarlas al país en donde se las continuase dando culto las pusieron en un barco de dicha nación que al pasar por esta Isla, dejaron una en el barranco de Los Sauces, la otra en esta Ciudad y otra en el barranco de la Caldera y que el caballero flamenco Jácome de Monteverde, dueño de este barranco y de Argual y Tazacorte, fabricó su primera ermita en el mismo lugar en que los ingleses dejaron el cajón en que ella venía, que fue al pie de las vueltas que suben a Argual en donde aún se conservan algunos fragmentos. Los hijos de dicho caballero herederos de éste santuario y de la devoción de su padre a esta Santa imagen perpetuaron la costumbre establecida por éste de que el capellán de su Ermita de San Miguel de la Hacienda de Tazacorte fuese los sábados a decir misa a aquélla, según consta en la partición que hicieron de sus bienes el 25 de agosto de 1557 ante el escribano Domingo Pérez…”

Al arruinarse esta primera ermita, sus patronos, los Señores Monteverde y Vandale, en el tercer cuarto del siglo XVII decidieron el traslado de la imagen a la ermita de San Miguel de Tazacorte. Estos ricos hacendados fabricaron a su costa y en terreno propio otra mayor, donde se recolocó en 1678. Es en este año donde el cronista eclesiástico Juan Pinto de Guisla escribía que la segunda ermita fue “fabricada en el distrito de la hazienda de tasacorte por los dueños della y a su costa, donde esta una imagen de nuestra señora desta advocaçion con quien se tiene particular devozion en toda la Ysla”.

La ermita fue conocida en la primera mitad del siglo XVI bajo diversas advocaciones, como la de Santa María y Nuestra Señora de la Piedad. Por ejemplo, en agosto de 1546, el tijarafero Francisco de Riverol mandó en su testamento que se le dijese por su alma una misa –entre otras- en la ermita de “nuestra señora de la piedad en el barranco de Tesacorte”. Pérez Morera también nos informa de que “aún hoy ha perdurado en la toponimia de la zona el nombre de Santa María, pero al otro lado del barranco, en el lado opuesto al santuario, donde, al parecer, estuvo situado su primer templo”.

Otra curiosidad más. Desde 1521 se expidió en Burgos una Real Cédula en la que se indica la importancia de las dos iglesias, San Miguel y Santa María. Jácome de Monteverde era el dueño del heredamiento donde estaban erigidas y de los caminos por los que tenían lugar las peregrinaciones que hacían los devotos lugareños. Se decía que en ellas había muchos conquistadores enterrados y allí era donde se encontraban muchos perdones e indulgencias, etc. Sin embargo, dicho terrateniente impidió el paso de los vecinos y peregrinos a las ermitas debido a que roturó el camino de acceso a ambas y plantó cañaverales de azúcar por lo que llegaron a medio derribarse por el abandono.

En la visita del obispo Fray Vicente Peraza en 1522, la ermita fue construida por los antecesores del mencionado Monteverde, señores de las Haciendas mencionadas. A él le correspondió reedificarla, puesto que cuando llegó a la isla en 1513 la encontró ya arruinada “y con ciertas paredes questavan caydas”. La profesora Negrín nos informa de que la iglesia de Las Angustias era más modesta en proporciones que la de San Miguel, y que también era de cantería roja y tejado a dos aguas con una pequeña espadaña para la campana.

El propio Jácome tenía por costumbre oír misa junto con su esposa Margarida todos los sábados en su ermita y daba el aceite preciso para la lámpara que debía arder ese día ante la Virgen.

Esta devoción fue heredada por sus sucesores, dueños y copatronos del santuario, quienes especialmente invocaban su protección en el momento de la muerte. Son varias las referencias que han llegado a nuestros días. Por ejemplo, el capitán Luis Maldonado y Monteverde, dueño de un décimo de cañas en el ingenio de Argual, ofrecía desde el lecho de muerte una botija de aceite por la curación de su alma; o los herederos de Nicolás Massieu, que habían pagado 137 reales al ermitaño del santuario, resto de una promesa que había hecho Nicolás Massieu, etc.

Fueron varias las dádivas enviadas desde las Indias que se recibieron en el santuario, como “una alhaja de plata que no bajase de 500 reales, a disposición del cura de Los Llanos”. Fue enviada desde Méjico por Nicolás Van Dalle Massieu y Sotomayor, señor de Lilloot y Zuitland. Este caballero estaba empeñado en que saliesen “a la luz todos los milagros que esta Señora de las Angustias ha hecho con sus devotos y otras Personas hasta estos tiempos para que en los venideros se sepa y perpetue la memoria de tan Milagrosa Ymagen”. Uno de estos prodigios narrados ocurrió a una pobre ciega y pobre con dos hijas que, ante la crecida del barranco, le era imposible cruzarlo para buscar comida. Una de las hijas, temiendo por la vida de las tres, se armó de valor y lo cruzó “con el fauor de tal señora”, pero como no regresaba, su madre la dio por ahogada con gran desesperación. A tientas y con su otra hija, la buscó por todo el barranco hasta que encontró a varias personas que la habían hallado “aorillada y enrredada en unas mattas y casi muerta, pero volviendo en si dixo que la Virgen nuestra Señora la auía cogido y detenido en sus manos a el impetu de el agua y la auia sacado hasta allí”

Un nuevo retablo de corte barroco de triple hornacina fue instalado en el presbiterio y la Virgen fue entronizada en el gran nicho central. Ya consta allí en 1861.

Una leyenda en latín, escrita en el altar que preside, señala a los peregrinos:

“Oh, vosotros, todos los que por aquí pasais, ved si hay dolor semejante a mi dolor”

A propósito de este bello retablo barroco, el profesor Trujillo nos informa de que “en él, los pilares abalaustrados intercalan alguna sección más o menos prismática, otras se decoran con hojas o motivos florales, y alguna ornamenta su parte superior con gallones”. También hace mención a que el friso recorre mixtilíneamente el cuerpo de triple hornacina y que hay motivos, como soles, de evidente gusto indiano. Finaliza su estudio sobre esta bella pieza diciendo que “las cartelas que lo orlan, en curva y contracurva, terminan en curiosos mascarones, que con foliada cabellera termina en voluta les sirve de pedestal”.

La efigie ya contaba con una corona imperial de plata, así como las potencias del Cristo y de una gran cruz, también del mismo metal. En los años 80 del pasado siglo, también fue llevada a la parroquia matriz de Los Remedios de Llanos de Aridane, cabecera de su arciprestazgo, hasta que fueron terminadas las obras de restauración de su santuario.

Esta magnífica obra interpreta el asunto iconográfico de La Piedad, de acuerdo con la tradición gótico-flamenca, utilizando un esquema próximo al del grupo de análogo asunto del Hospital de Dolores de la capital palmera o del extinto convento franciscano de la Villa de San Andrés y Sauces, denominadas Nuestra Señora de La Piedad en ambos casos.

El arte patético de finales de la Edad Media había concedido un amplio espacio en su iconografía a la Virgen Dolorosa, representada ya con un Cristo muerto sobre las rodillas después del Descendimiento de la cruz, ya sola, tras el Enterramiento de su Hijo. Estos dos tipos iconográficos se designan con los nombres de Virgen de la Piedad y Virgen de los Siete Dolores. El grupo de la Virgen de la Piedad se compone, estrictamente, de dos personajes: María y su Hijo desclavado de la cruz, cuyo cuerpo inanimado Ella sostiene sobre las rodillas. Este tema ni siquiera está esbozado en los Evangelios, ni procede tampoco del culto oficial: es una creación de la imaginación mística que surgió a principios del siglo XIV, al mismo tiempo que la Virgen de Misericordia y del Varón de Dolores.

La escultura de Nuestra Señora de Las Angustias es la más antigua de las tres piezas flamencas mencionadas que de este tema iconográfico se conservan en La Palma. Se trata de las imágenes de La Piedad. Una que se venera en la actual iglesia del Hospital de Dolores de la capital palmera y otra que se custodia hoy en día en la parroquial de Montserrat de San Andrés y Sauces. Por el inventario hecho en 1522 por el obispo fray Vicente Peraza, se sabe que ya en aquella lejana fecha presidía el único altar de la ermita, colocada dentro de un tabernáculo-hornacina que se cerraba la imagen de “Nuestra Señora de bulto con su Hijo preçioso en los braços quando lo desçienden de la cruz”

La soledad de María va a ser aprovechada –según el padre Trens- por artistas y místicos, quienes, uniendo los dos extremos de la vida de Cristo, infancia y muerte –pesebre y cruz-, crearán esta nueva tipología, popularmente conocida como La Piedad. En contraposición del dulce recuerdo del Niño pequeño mecido entre los brazos de su Madre, Enrique de Berg describe al Cristo muerto: “sus ojos, que brillaban como carbunclos, ahora están apagados. Sus labios, que parecían rosas rojas recién abiertas, están secos y su lengua pegada al paladar. Su cuerpo, sangrante ha sido tan cruelmente estirado sobre la cruz, que pueden contarse con todos sus huesos”.

La postura sedente, vertical e hierática de la Virgen de Las Angustias, mientras sostiene el cuerpo inerte de su Hijo –por la mano izquierda y por la cabeza- contrasta con la forzada curvatura descrita por el cuerpo de éste que, yaciendo en el regazo materno, se arquea para alcanzar el suelo con sus pies cruzados.

Según el pensamiento místico medieval –siguiendo las palabras de San Bernardino de Siena- se trata de la escena en la que María, melancólica, extraviada, abstraída y angustiada, incluso joven, rememora los años de la infancia de Jesús. La Virgen tiene la ilusión de acunar a su Hijo pequeño en brazos, como en los felices tiempos, pero ahora no abraza a su pequeña y amada criatura, sino que ahora porta el frío cadáver ensangrentado de su Hijo ajusticiado, representado con la estatura de un niño. Sueña que tiene a su Hijo sobre las rodillas y que lo acuna envuelto en la mortaja como antes en los pañales. Es por ello que estemos ante una desproporción simbólica de ambas imágenes, y no tiene que ser entendido como un error artístico de perspectiva del escultor o en una torpeza o inhabilidad del artista.

Santa Brígida de Suecia atribuye a la propia Virgen esta descripción emotiva de su Hijo descendido de la Cruz: “Lo recibí sobre mis rodillas como un leproso, lívido y magullado, porque sus ojos estaban muertos y llenos de sangre, su boca fría como la nieve, su barba rígida como una cuerda”.

Aquí, la Madre lleva sobre la cabeza una toca hendida en pico sobre la frente, conforme a un tipo bastante usual en la plástica nórdica de las primeras décadas del siglo XVI, mientras que todo su cuerpo sedente está envuelto en amplio manto de duros bordes que se quiebra sobre las piernas en rígidos pliegues angulares. El profesor Pérez Morera, también indica que “el plegado del manto describe las metálicas quebraduras características de arte flamenco”.

La tranquilidad, la serenidad, la paz, la resignación, el dolor silencioso… la apariencia idealizada del melancólico semblante de la Virgen de Las Angustias, se contrapone extraordinariamente al crudo realismo que emana el rostro y el cuerpo del Cristo Muerto. En su rostro lacerado lleva impresa la huella del dolor y todo el flácido cuerpo muestra numerosas llagas sangrantes y carnaciones mortecinas de la reciente Pasión. Nuestra obra comparte numerosos rasgos con los modelos tallados en los Países Bajos meridionales en el tránsito de los siglos XV al XVI. Ejemplo de ello es el trenzado voluminoso de la corona de espinas de Cristo, muy parecido al Crucificado de San Pedro de Lovaina, o también el tratamiento de la barba en mechones individualizados, rizándose en las puntas en forma de caracol y el modelado de su tórax dibujando un exagerado arco jalonado por las protuberancias óseas de las costillas, comparables ambos con los de la estatua de Job de la iglesia de San Martín en Wezemaal; así mismo, el plegado de su perizoma o paño de pureza a base de convencionales acanaladuras paralelas, parecido al de los Cristos del Museo Comunal de Lovaina o al de San Sebastián del Rijksmuseum de Amsterdam.

La profesora Negrín concluye su estudio sobre esta bella pieza, informándonos de que “todo ello apoya la filiación brabanzona de la pieza y su datación en el primer tercio del siglo XVI”

Cada 15 de agosto, romeros llegados desde todos los puntos de La Palma acuden al bello santuario del Barranco de Las Angustias a rendir pleitesía a esta venerada imagen. Tras la solemne misa concelebrada, los orgullosos vecinos de Los Llanos de Aridane llevan sobre los hombros en multitudinaria procesión a su Virgen en originales andas hasta el Calvario, lugar donde la tradición cuenta que apareció el cajón con la milagrosa imagen. Hasta allí es acompañada por la arqueta con parte de las reliquias entregadas por San Pío V en Roma al beato jesuita Ignacio de Azevedo y que éste, días antes de ser martirizado, las había regalado a su gran amigo, el flamenco Melchor de Monteverde.

José Guillermo Rodríguez Escudero

BIBLIOGRAFÍA

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HERNÁNDEZ P. «Mientras se restaura el Santuario, la Virgen de las Angustias recibió culto en Los Llanos de Aridane», El Día, (24 de agosto de 1980)
HERNÁNDEZ PERERA, Jesús, «Arte», Canarias, Fundación Juan March, Madrid, 1984.
Idem. «Esculturas flamencas en La Palma», Anuario de Estudios Atlánticos, La Laguna, nº 14-16, 1968-1970
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PÉREZ MORERA, Jesús. Arte Flamenco. Isla de La Palma, Consejería de Turismo y Transportes del Gobierno de Canarias, Madrid, 1990
Idem. «El Patronazgo de los Señores», La cultura del azúcar. Los ingenios de Argual y Tazacorte, La Laguna, 1994
RÉAU, Louis. Iconographie de l’Art Chrétien, P.U.F., Paris, 1957
TRUJILLO RODRÌGUEZ, Alfonso. El retablo barroco en Canarias, tomo I, Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977
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lunes, 10 de agosto de 2009

El VIII Triatlón "La Palma. Isla Bonita" 8/8/09 - Fotos: José Escudero

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Y en aquellos días María del Pino se puso en camino

El Paso

El municipio de El Paso se prepara para el acontecimiento festivo mas importante de cuantos se celebran en la localidad. Las Fiestas trienales en honor de Nuestra Señora del Pino han retornado de nuevo, han sido tres largos años de espera y de una intensa preparación. El próximo día 16 de agosto la venerada y querida imagen de la Virgen del Pino saldrá de nuevo de su humilde santuario del monte en dirección al núcleo urbano del municipio para allí y por espacio de tres semanas ser la huésped de honor de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de La Concepción de Bonanza para atender las suplicas de su pueblo que espera con jubilo su descenso trienal para tener un encuentro mas cercano y personal con su virgencita del monte

Pero este bajada será mas especial si cabe para todos los habitantes del Paso, puesto que la venerada Imagen de Nuestra Señora Visitara por primera vez en la historia los barrios del municipio para así hacer realidad el deseo de muchos devotos que así lo han solicitado para palpar y sentir la presencia de esta entrañable imagen de la Santísima Virgen que tanta emoción y sentimientos despierta entre su pueblo que la quiere y la aclama con honda emoción

El día 19 de agosto se iniciara la visita comenzara con una eucaristía en la parroquia de Bonanza y una vez concluya la celebración Nuestra Señora del Pino, la reina de los pinares iniciara su peregrinar por su pueblo. Partirá del casco urbano del municipio para pasar por El calvario hasta llegar a su primer destino que será el barrio de Las Manchas en donde será recibida con gran alegría por los fieles de la Parroquia de San Nicolás de Bari. El recibimiento de este populoso barrio tendrá lugar a la altura del Campo de lucha y de allí proceder al traslado hasta la parroquia manchera que tendrá el honor y el privilegio de ser los primeros que acojan a la Señora del Pino en los muros de su histórico templo salvado milagrosamente de las coladas de la lava del Volcán de San Juan en 1949 y levantado en el siglo XVII por Nicolás Massieu y Vandale en honor de San Nicolás de Bari. Allí permanecerá por espacio de dos días en los que se tendrán intensas celebraciones litúrgicas en honor de La Virgen.

Posteriormente el día 21 La Virgen del Pino volverá a ponerse de nuevo en camino en su peregrinar saldrá desde la Parroquia de San Nicolás de Bari en las Manchas y su destino será el Barrio de Tajuya en donde los fieles de la parroquia de la Sagrada Familia recibirán a la Virgen en su templo. En Tajuya permanera dos días hasta el día 23 en que se retome la peregrinación para partir en la mañana desde Tajuya hasta El Paso de Abajo en donde a su llegada a eso del mediodía se celebrara la Santa Misa

La Peregrinación se dará por concluida el mismo día 23 en horas de la noche cuando se realice el retorno procesional de la venerada imagen desde el Paso de Abajo hasta el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Bonanza

Son Días de Gozo y cargados de historia. Desde aquí felicitar a los organizadores de esta peregrinación. Es digno de admiración que se hagan este tipo de celebraciones que mantienen viva la fe y las tradiciones de un pueblo algo que nos hace tan diferentes y singulares, solo queda esperar la respuesta del pueblo de El paso que será ejemplar y devota en torno a su querida Virgen del Pino

Iván Rodríguez Sánchez.
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jueves, 6 de agosto de 2009

5/8/09 Día de Ntra. Sra. de Las Nieves, Patrona de La Palma

Galerías de Fotos

Víspera


Día de Las Nieves



Fotos: José R. Escudero.

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martes, 4 de agosto de 2009

Nuestra Señora de Las Nieves - Retazos Histórico-Artísticos de la Gran Señora de La Palma

- UNA ANTIGUA ADVOCACIÓN

El suntuoso Real Santuario Insular de la Patrona de La Palma y de los palmeros, en Santa Cruz de La Palma, es el centro de la espiritualidad de la isla por antonomasia y uno de los focos de devoción más antiguo del Archipiélago. Ya en la Bula del Papa Martín V, fechada en Roma el 20 de noviembre de 1423, quedaba demostrada la existencia de una iglesia dedicada a dicha imagen bajo la advocación de “Beatae Mariae de La Palma”, devoción que se extendió por todas las islas. Prueba de ello es que en otros lugares de nuestra región se erigieron ermitas y templos dedicados a la venerada “Morenita”. Se sabe y está comprobado que los evangelizadores introdujeron el cristianismo en nuestra isla con anterioridad a la Conquista y es precisamente esta imagen de la Virgen de Las Nieves una prueba fehaciente. Su presencia en San Miguel de La Palma corre pareja con la historia española y penetra de lleno en la leyenda. Todo ello respalda las hipótesis de ciertos cronistas sobre su llegada: viajes de frailes irlandeses o marinos mediterráneos, misiones del Obispado de Telde, incursiones de normandos, del propio Lugo, de la conversa Francisca de Gazmira, de las expediciones enviadas por el Rey Juba de Mauritania, etc.

La prueba documental más antigua que se ha podido encontrar, recogida por el desaparecido historiador palmero Don Alberto José Fernández García en su detallado trabajo titulado Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves (León, 1980), es la cita encontrada en el Libro de Repartimientos, donde consta que Lope Hernández y Aparicio Rodríguez, medidores y deslindadores de las tierras de la Isla, nombrados por el Adelantado Fernández de Lugo el 23 de enero de 1507, dicen: “y otro titulo que ansi mesmo le dicen Santa Maria de las Nieves un solar de cincuenta codos…”

- LA IMAGEN DE LA VIRGEN

La escultura de la Virgen es la imagen mariana más antigua de cuantas se veneran en las Islas. Es una talla modelada en terracota que mide 57 cms de altura. Su Hijo, que porta sobre el brazo derecho, 12 cms. Se la colocó en un pedestal de 24 cms, por lo que su altura máxima es de 81 cms. Otros autores confirman que está realizada en barro cocido, material en el que modelaron sus figuras los escultores flamencos o franceses activos en Sevilla en el siglo XV, como Lorenzo Mercadante de Bretaña o Miguel Perrín, como indica el profesor Hernández Perera. Martín de Cunas afirma en 1694 que es de barro portugués “con letreros en la orla o manto que no pueden leerse”. Está policromada: manto azul que lleva sobre sus hombros, traje color rojo, toca blanca por la cabeza; las orlas y el cinto son dorados, como los del Niño Jesús. Es una obra gótica de finales del siglo XIV (aunque algunos estudiosos apuntan el siglo XIII), con reminiscencias del románico en su período de decadencia. Así es como se veneró la imagen en los primeros años, pero ya el 12 de julio de 1534 aparece inventariado uno de sus primeros adornos, una “toca de seda vieja”. También, el 12 de febrero de 1571, “un almayzal de toca labrada de seda colorada”, “un manto de tafetán azul con guarnición de oro”; el 3 de octubre de 1574: “una ropa de tafetán blanco con pasamanos de oro que tiene vestida la ymagen de nuestra señora”, y así un largo etcétera.

Estas vestimentas fueron incrementándose con el paso de los años, y se iban colocando de forma que las manos de ambas tallas quedaran al exterior, costumbre que se siguió, al menos, hasta 1637. Por esta época, debido a las señales que el tiempo había hecho sentir, sobre todo, en la figura del Niño, fue necesario tomar nuevas determinaciones acerca de cómo se vestiría la Virgen, “con objeto de dar la impresión de que toda ella había sido hecha para este fin, aparte de coincidir con los años en que fue costumbre aparecer cubiertas algunas figuras de la Virgen”.

El Padre franciscano Fray Diego Henríquez, en su obra sobre las sagradas imágenes aparecidas en Canarias (1714), describía el icono original con las siguientes palabras: “es esta venerable imagen de escultura algo menos de una vara de alto; su materia de piedra extraordinaria entre roja y blanca; el rostro es perfecto y lleno; los ojos, rasgados y abiertos que parecen mirar a todas partes; las mejillas rosadas; el color moreno, no con exceso obscuro; obstenta magestad y mueve a veneracion y devocion; la túnica es roja y ceñida con cíngulo; el manto es azul; el Niño le sale del corazon, dentro de la cual esta incluida la mayor parte del cuerpecito; falta a la imagen la punta de la nariz y al Niño en algunas cuasi fisuras su primero barniz y, aunque diestros pintores han procurado suplirlo, no o aceptan ni el hijo ni la Madre, pues luego lo expelen, demostracion que bastantemente explica la desigualdad y que no se proporcionan ni estos betúmenes a aquellos barnices, ni los maestros mas diestros…” También decía que “… tanta gravedad y majestad representa en ellos –los ojos- y en el rostro, que ninguna la mira de hito que no se le ericen los cabellos y encojan los hombros…”

También el profesor Jesús Pérez Morera, en su obra Silva (1994) recoge: “la majestad icónica y la concentración espiritual que emana de su rostro, esquemáticamente idealizado, refleja lo eterno y sobrenatural. Tal vez a ello se debe la poderosa atracción que ejerce sobre quien lo contempla y la devoción despertada a través de los siglos. Ante sus ojos rasgados y abiertos, que parecen mirar a todas partes, como señala Fray Diego Henríquez, quedaba el pueblo hipnotizado”.

En dicha obra, el estudioso palmero también analizaba cómo se inició la tradición de sobrevestir la imagen original de Nuestra Señora de Las Nieves, con valiosos ropajes: tocas, mantos y sayas a partir del siglo XVI. A principios del XVII, la imagen fue retocada por el pintor Juan de Sosa, según informó la también profesora palmera Gloria Rodríguez, en una época en la que la cabeza del Niño Jesús se hallaba “quebrada por el cuello pegada con cera” (Libro de Visitas y cuentas de fábrica, Inventario de 1618). Este deterioro que la imagen iba sufriendo con el paso del tiempo, obligarían a tomar algunas medidas a fin de evitar su desgaste. Una de ellas fue embutirla dentro de una especie de “percha triangular de corte barroco” o de una suntuosa campana textil, de donde sólo asoma la cabeza de la Virgen. Sus manos y el Niño son postizos. Así quedó configurada su iconografía tal y como la conocemos en nuestros días.

En 1681 el Visitador Pinto de Guisla indicaba que esta venerada escultura era de “talla cuia materia es piedra, pero se uiste y adorna como si se hubiera hecho para uestir”. Sobre este particular, recogemos aquí lo que escribió en 1920, José Crispín de la Paz y Morales, cura párroco de Las Nieves, rescatado por el profesor Pérez Morera en su obra: “La forma exterior de la Imagen, tal cual se presenta a la veneración de los fieles, es la propia de las imágenes de la edad media, teniendo para acomodarle los vestidos dos brazos añadidos, lo mismo que otro Niño Jesús que se pueden mover y separar de su cuerpo a voluntad. En sus vestidos usa de todos los colores, menos el negro, abuso intolerable y que debiera ordenarse el blanco como el único y exclusivo”.

En 1680, la beata María de San José Noguera tuvo la revelación –según nos informa Pérez Morera- que la “Gran Señora de La Palma” había sido formada por los ángeles del cielo de “la columna en la que fue azotado el Señor”.

- EL JOYERO DE LA VIRGEN

Uno de los primeros datos que conocemos acerca del joyero de la Virgen se remonta al inventario del 12 de enero de 1571, donde consta “una corona de plata que con hechura y todo pesa 24 doblas”. Más tarde, el 3 de octubre de 1574, se consigna “una corona de plata del niño jesus”. De entre las impresionantes joyas que posee la venerada Imagen, la que posiblemente sea una de las más antiguas, es un calvario en miniatura, dentro de un cilindro de cristal engastado en oro, del que penden nueve perlas. Fue regalo del Regidor de La Palma Guillén de Lugo Casaus en 1576. El Santuario custodia un largo catálogo de valiosas prendas y alhajas con las que el pueblo palmero ha agradecido a su Patrona los favores recibidos. La corona de oro, esmaltes y perlas que aparece inventariada por primera vez en 1603, fue enviada desde el Nuevo Reino de Granada, en Indias, por Pedro Fuentes, un hijo de La Palma. Otras coronas de plata fueran traídas desde América por Agustín Poggio, pero fueron fundidas para la construcción del fabuloso trono festivo de plata de la Virgen. El “papagayo” de oro y esmeraldas fue donado en 1604 por Diego Fierro. El riquísimo collar de esmeraldas con medallas esmaltadas y perlas lo posee desde 1648. El capitán Manuel de la Mota le regaló el precioso rosario de perlas gruesas, a condición de que la Sagrada Imagen lo tuviera siempre encima “por la mucha devocion con que se lo habia traido”.. La “lagartija” de oro y esmeraldas fue obsequio de Margarita de Guisla Van de Walle en 1652 y otra muy parecida de Francisca Vélez fue dejada a la Patrona en su testamento de fecha 3 de abril de 1778. Ambas obras de arte fueron enajenadas para sufragar los gastos que supusieron las reformas de la capilla mayor en 1876.

Componen el valioso joyero de la Virgen numerosos collares de perlas y oro, valiosos rosarios, cruces de esmeraldas, oro y esmaltes, broches de oro y piedras preciosas, medallones de filigrana; la “Rosa Aurea”-una gran rosa de oro macizo donada por Manuela de Sotomayor que luce entre sus manos la Virgen en las grandes solemnidades-, innumerables anillos, colgantes, cadenas, pendientes…; un rostrillo cuajado de perlas y esmeraldas hecha por orden del Visitador (el 19 de septiembre de 1757); una custodia de diamantes, oro y perlas fue el legado de Ana Teresa Massieu y Vélez de Ontanilla en 1712; una guirnalda de oro y gemas que lleva la imagen sobre los hombros confeccionada por el orfebre palmero Manuel Hernández; la lujosa “Eme” de María hecha de perlas; las maravillosas coronas de diamantes y gemas de la Coronación Canónica, efectuada por Monseñor Tedeschini –Nuncio Papal el 22 de junio de 1930-; y así una larga relación de alhajas impresionantes que, incluso, tienen nombre propio: “la Sirena”, “la Custodia”, “el Barco”, “la Lira”, etc.

El barco de marfil en miniatura fue obsequio de Asunción García de Aguiar; la preciosa lira de oro y esmaltes fue obsequio de Rosario Becerra y Cosmelli. Esta ilustre dama regaló a la Virgen todas sus joyas para que fueran invertidas en la corona imperial para su coronación; también dejó todas sus alhajas José Crispín, en su testamento de 22 de octubre de 1952; Juana Felipe Cárdenas le regaló un bello medallón de filigrana de oro y perlas en 1903; la mayor esmeralda que luce la imagen la recibió de manos de José Manuel de Fuentes en 1757; un soberbio broche y una sirena de esmeraldas, un clavo de oro y una cadena de perlas magníficas fueron dádivas de María de Las Nieves Pinto y Vélez de Ontanilla en 1779; esta rica dama también le regaló la plata de la mandorla o sol que nimba la imagen; un vecino de La Habana, Domingo Hernández, había regalado en 1672 un espléndido conjunto de joyas, entre las que se encuentran una fabulosa cruz de esmeraldas, oro y esmaltes. Todas ellas fueron altamente valoradas por el prestigioso orfebre palmero Pedro Leonardo Santa Cruz. La mencionada dama, Manuela Sotomayor, también le regaló un hermoso lazo y cruz de oro y perlas…

Todas estas bellas obras de arte, y muchísimas más, conforman el joyero más valioso de cuantos existen en Canarias, que se incrementa constantemente con los obsequios que le hacen los devotos de dentro y fuera de la isla, en agradecimiento a los favores recibidos.

- ARTE SUNTUARIO

Capítulo aparte es el que merecen los objetos destinados al culto: desde la custodia de filigrana de plata mejicana, la más antigua de su estilo del Archipiélago, obsequiada por el Obispo electo de Puerto Rico en 1666, Pedro de Escobar; los seis magníficos faroles ochavados de plata repujada de 1768; los innumerables cálices, copones… las varas de plata calada del palio y del guión del Santísimo enviadas desde La Habana en 1723; la preciosa cruz procesional de plata repujada donadas por el Maestre de Campo Gaspar Mateo de Acosta en 1704; vinajeras de estilo barroco sobredoradas; más custodias, portaviáticos, acetres, lámparas votivas de plata, bronce y cristal, jarrones; el fabuloso altar trono festivo de plata de la Virgen y sus andas de baldaquino; los incensarios, navetas, ciriales, atriles, vasos, etc.

El creciente de luna que lleva la Virgen a sus plantas fue regalo de Juan de Oviedo (1681) y bañado en oro en 1706 gracias a la generosidad de Ambrosio Rodríguez de la Cruz. Un cáliz de plata con un arete de diamantes, regalo de José Miguel Sotomayor en 1930.

El tan anhelado Museo Insular de Arte Sacro será un digno expositor de todos estos tesoros. Serán mostrados los ricos mantos de brocado y sedas, bordados en oro y plata, etc. Algunos de ellos muy antiguos. Tanto, que son los mismos con los que pintores de hace varios siglos han plasmado en sus obras a la “Dama del Monte”. Una de las pinturas más antiguas que se conservan de la iconografía de la Virgen de Las Nieves está en su Santuario y es de la primera mitad del siglo XVII. Existe otra que pertenece al sacerdote Don Andrés de las Casas Guerra de la misma época. Ambas presentan la particularidad de aparecer la imagen ya vestida.

- LA LEGENDARIA INSCRIPCIÓN

Siempre hemos oído hablar sobre una extraña inscripción que, supuestamente, tiene la Virgen grabada en su espalda. Una enigmática y célebre palabra: “ASIETA” traducida por las iniciales de “Alma Santa Inmaculada en Tedote Aparecida”. Tedote es el nombre guanche de la capital palmera. Un nombre que llevan muchachas palmeras asumido como sinónimo de “Nieves”.

Wamgüemert y Poggio, en su libro publicado en 1909 titulado Influencia del Evangelio en la Conquista de Canarias asegura que, no sólo es cierta la existencia del mencionado grabado, sino que éste fue estudiado por el Obispo Antonio Tavira y Almazán (cuya visita al Santuario tuvo lugar en 1794). No obstante, ni en el acta correspondiente a esa visita, ni en el Archivo Parroquial consta que “La Morenita” posea tal inscripción. Es posible que los historiadores hayan hecho caso al asunto “de oídas” sin haberlo estudiado en profundidad. Es rotunda la aseveración hecha por el palmero Alberto José Fernández García en su publicación titulada Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves (León, 1980). Allí explica cómo tuvo el gran honor de contemplar la imagen de la Patrona de La Palma sin las ricas vestiduras que la cubren y no encontrar nombre alguno.

Esta supuesta leyenda fue objeto de especulación y de variopinta interpretación desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Así, en la descripción de los festejos de la Bajada de 1765 (Antonio Abdó, 1989) consta que, durante la procesión del retorno de la Morenita a su Santuario, se confeccionó una magnífica fuente de la que brotaban seis hilos de agua que “cifraban con primor las seis letras que tiene grabadas en su vestuario esta prodigiosa ymagen, que son ASYETA”.

- ONOMÁSTICA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES. DÍA DE PRECEPTO

En el Acta del Cabildo de La Palma de 28 de agosto de 1637 consta cómo se concede a la Santa Imagen Patrona uno de tantos privilegios otorgados por los Sres Obispos en el transcurso de los siglos. En esta ocasión se refiere a la declaración de día de precepto del 5 de agosto, importante efeméride que también fue rescatada por el célebre alcalde constitucional Lorenzo Rodríguez en su detallada obra sobre los hechos sociales, políticos, religiosos, etc. de la época que le tocó vivir. Esta petición le fue hecha al prelado por numerosas familias, instituciones y particulares de La Palma, así como por “parte y devoción de la Justicia y Regimiento de la Isla”.

En la solemne declaración, Francisco Sánchez de Villanueva y Beza, “por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo Obispo de estas islas de Canaria, del Consejo de Su Majestad y Su Predicador, Asistente de Su Santidad nuestro muy Santo Padre Urbano VIII…” manda que en lo sucesivo, a partir de ese año de 1637, fuese festivo en Santa Cruz de La Palma “y contorno y término de la ermita…”. Transcribimos el resto del mandato: “… lo cual, mirando al servicio de Dios y devoción con que se celebra la dicha fiesta, mandamos dar y dimos la presente para que aquí adelante todos los años se guarde en la dicha y ciudad y contorno según y de la manera que las demás establecidas por Su Santidad y nuestros antecesores en el Sínodo y al Vicario de la dicha isla que es o fuere, así lo mande publicar, guardar y cumplir”. El decreto fue dado en Icod de Los Vinos (Tenerife) el 15 de agosto de 1637 por mandato del secretario del Cabildo de La Palma, Su Señoría Iltma. Don Carlos de Briones Samaniego.

- CURATO REAL

En el acta del Cabildo de La Palma de 16 de enero de 1662, consta cómo el “Doctor Don Francisco de Betancor, Chantre de la Iglesia Catedral de Canaria, Gobernador, Provisor y Visitador General de este Obispado”, había solicitado a Su Majestad el Rey, la confirmación de la aceptación de Nuestra Señora de Las Nieves en su Patronato Real. Esta petición del prelado fue efectuada el 6 de diciembre de 1657 ante el notario público José Martín de Rivera. La ratificación vino dada en Madrid con fecha 18 de septiembre de 1661, cuatro años más tarde de la solicitud. Por medio de la Cédula Real, “la recibe en su Patronato Real y debajo de su protección y amparo para defenderla y ampararla de su mayor lustre, autoridad y aumento del culto divino”. El Real Decreto vino refrendado por Don Antonio Alosa Rudarte. Se ordena que se ponga una copia en el Libro de Provisiones y otra en el Archivo del Cabildo de La Palma , mientras que el original sea custodiado en el Archivo del Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, “según y como Su Majestad lo manda, la cual dicha cédula fue leída en este Cabildo y obedecida según y en la forma acostumbrada”.

- ALGUNOS ROBOS

En el templo más rico de la Isla de La Palma, debido a las imposiciones y cuantiosas limosnas que desde muy antiguo se viene haciendo, se han dado, desgraciadamente, casos de robo. Uno que tuvo una amplia difusión entonces y que produjo profunda consternación entre los palmeros, se produjo el 27 de marzo de 1678. A la Santa Imagen de “la Morenita” le fueron robadas algunas valiosas joyas y prendas. El 4 de abril de l mismo año se comenzó a instruir el caso por el Vicario Melchor Brier y Monteverde, “según parece sin resultado”.

Otro célebre robo fue el que se produjo el 22 de marzo de 1847. En esta ocasión se trató de una fabulosa lámpara de plata, “que era la principal que había en este templo”. Esta preciosa obra de arte fue regalada por la generosa piedad del Capitán don Luis Fernández de Lugo, “había cosa de dos siglos, para mayor ostentación del culto de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de Las Nieves”. El peso de esta joya era de 27 marcos y 7 onzas. Seguida la causa por el Juzgado de primera Instancia de esta Isla, se descubrieron los autores del robo, si bien uno de ellos tan sólo fue quién cumplió condena.

- PRETENSIÓN DE LOS DOMINICOS

Los frailes dominicos -de la Orden de Predicadores establecida en Santa Cruz de La Palma desde 1530-, intentaron fundar convento en el Santuario, donde llegaron finalmente a establecerse en la medianoche del miércoles 24 de noviembre de 1649 y a colocar al Santísimo. Según un testigo presencial, entraron en el templo a la fuerza, “sin tener para ello ni título ni razón”. Esto produjo rápidamente la pronta oposición de la Justicia secular y eclesiástica “y muchos ciudadanos a echarles de ella y no quisieron salir ni abrir las puertas de la dicha ermita”. En caso de que se llegara a materializar esta pretensión, los perjuicios económicos para el clero secular serían considerables.

Ante la negativa de los dominicos, se abrió por fuerza una puerta lateral de la ermita y entraron aquellos para expulsarlos. El testigo continuó narrando la incidencia: “trugeron entonces en procesion a Ntra Sra de Las Nieves a la Parroquia de esta ciudad. Hízoseles muchas contradiciones y sin embargo no quisieron salir”. Continúa informando de cómo se informó al obispo Francisco Sánchez de Villanueva, Arzobispo de Taranto. El barco con las noticias zarpó del muelle capitalino el 30 de noviembre. “Su señoría mandó por censuras saliesen, el cual auto se les notificó, y salieron luego de dicha ermita”.

La autoridad eclesiástica los expulsó finalmente en la noche del 9 de diciembre de 1649, “habiendo salido por la puerta que mira al río cantando el salmo ‘In exitu Isräel de Aegipto’ y dejando de manifiesto el Santísimo sobre el ara”. Así es como consta en el expediente que se custodia en el Archivo del Real Santuario capitalino. El religioso que ocupó la iglesia para hacer la fundación, como prior, fue Fray Antonio de Talavera, el que se posesionó con el nombre de vicario de aquel recinto sacro.

El mismo día que los frailes abandonaron el Santuario mariano, se trajo de allí a Su Divina Majestad en una solemne procesión “la más solemne y con mayor concurso que jamás se ha visto, y fue tan general el contento que toda la ciudad en la dicha noche puso luminarias e hizo hogueras”.

S. M. El Rey don Felipe IV también dictó orden contra aquella pretensión en documento real firmado en Madrid el 2 de julio de 1650.

- “EL ORGULLO DE LA PALMA”.

Fernández García, en su mencionada obra sobre el Santuario, da una amplísima y veraz información sobre este monumento histórico artístico de primer orden. Un detallado trabajo que fue supervisado por el rector don Pedro M. Francisco de Las Casas. Gracias al esmero, al buen quehacer y al exquisito gusto de este sacerdote, podemos disfrutar y contar con un tesoro único e intacto que cumple más de medio milenio que se nutre constantemente de nuevas aportaciones en piedad y arte ofrecidas por cada una de las generaciones de palmeros a su Patrona. Su Real Santuario se ha convertido en el principal foco de devoción de una isla que es cada vez más consciente y orgullosa de los bienes que atesora y que ha convertido a este suntuoso templo en un centro de peregrinación para aquellos que buscan el “Arte”, en mayúsculas.

Cinco siglos cumplidos revelan la potencia de una devoción que supera los ámbitos del credo y es insignia de una Isla y de sus habitantes. Estos, en épocas conflictivas, se han reunido en torno a un mismo “Talismán” para buscar apoyo y paz para sus tribulaciones. El día de su onomástica, el 5 de agosto, el orgulloso Pueblo Palmero, todos nosotros, continuaremos yendo en masa a su Santuario, como lo hicieron nuestros antepasados y como lo harán sin duda nuestros hijos y nietos, para poder seguir celebrando todos juntos el “Día del Orgullo de La Palma”, una jornada muy especial que ya, afortunadamente, tiene carácter festivo en todos los municipios de la Isla.

José G. Rodríguez Escudero


BIBLIOGRAFÍA

DE LA PAZ Y MORALES, José Crispín Contestaciones al elenco de las preguntas formuladas en la Santa Pastoral Visita efectuada por el Excmo. SR. Obispo de esta Diócesis don Gabriel Llompart y Jaume a la parroquia de Nuestra Señora de Las Nieves, Archivo Parroquial del Santuario,18-XI-1920.
FERNÁNDEZ GARCÍA, Alberto José, Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves, León, 1980RODRÍGUEZ, Gloria. La iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma, Madrid, 1985
LORENZO RODRÍGUEZ, Juan-Bautista: Noticias para la Historia de La Palma, La Laguna- Santa Cruz de La Palma, 1985.
PEREZ MORERA, Jesús, Silva. Bernardo Manuel de Silva, Viceconsejería de Cultura y Deportes, D.L. 1994
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