La adaptación social y económica de la comunidad insular de La Palma a su territorio, a lo largo de varios siglos, ha ejemplarizado extraordinariamente la simbiosis personas-naturaleza, configurándose nuestro territorio como un espacio natural y humano, referencia a nivel internacional.
El trabajo de los palmeros ha servido a otros territorios Reservas de la Biosfera como un ejemplo en la conservación de la diversidad biológica, en la promoción de un desarrollo económico y social sostenible y en el mantenimiento de las tradiciones y los valores culturales e identitarios, caballo de batalla de este pueblo a lo largo de la historia de nuestra Isla.
No sólo la UNESCO sigue reafirmando nuestra posición consciente de la singularidad y los valores que atesora La Palma, también el Consejo Económico y Social de Canarias ha manifestado recientemente que “existen señales evidentes que las acciones y los procesos de gestión impulsados desde la administración de la Reserva de la Biosfera de La Palma, son reconocidos y positivamente valorados por diversas instancias nacionales e internacionales, constituyendo un importante factor añadido de prestigio exterior para la Isla, de consecuencias favorables en ámbitos muy diversos, entre ellos el de la imagen turística”.
La Declaración que conmemoramos hoy todo el pueblo palmero vislumbra una manera equilibrada y viable en el tiempo de gestión adecuada por la sociedad de los recursos naturales y culturales, pensando en el bienestar de la ciudadanía actual y venidera. Sin duda, representa una oportunidad para seguir ejerciendo el compromiso y la implicación de este pueblo junto con las administraciones, en la adopción de los cambios que sean precisos para consolidar y potenciar el devenir del desarrollo sostenible en La Palma, con el inestimable aval de la UNESCO, valedora principal del Consorcio Insular de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma.
Con un Consorcio consolidado desde el año 2002, el verdadero potencial de cambio de la Reserva de la Biosfera estriba en erigirse en espacio de integración de todas las energías sociales e institucionales favorables al cambio, canalizándolas y catapultándolas, potenciando las sinergias entre los diferentes actores, favoreciendo la creación de consensos y de proyectos conjuntos a escala del conjunto de la Isla, de mayor potencial de transformación, impulsando la innovación apoyada al mismo tiempo en el fortalecimiento de la identidad insular, que es a su vez dinámica y abierta al cambio.
El principal papel del Consorcio tiene su base en la capacidad de innovación y creatividad en la puesta en marcha de proyectos pilotos y de demostración buscando la absoluta integración del factor humano en las políticas de gestión, yendo más allá de las políticas meramente de conservación, y partiendo del entorno socioeconómico como elemento prioritario en los objetivos planteados. La consolidación de éste, el prestigio alcanzado y el arduo trabajo efectuado desde su seno, ha permitido la firma de diferentes convenios y acuerdos con diferentes administraciones e instituciones, tanto nacionales como internacionales, con un balance de inversión real en la isla de La Palma muy positivo.
No paramos y seguimos esforzándonos en el avance del desarrollo sostenible en la Isla, empeñados en que nuestro territorio siga siendo un referente regional, nacional e internacional en su compromiso con el Programa Personas y Biosfera, y en consonancia con la política desarrollada, conscientes de la importancia que supone para La Palma garantizar el futuro social y económico respecto al territorio en términos de sostenibilidad, y movilizando todos sus recursos y capacidades en pos de la consecución de dicho objetivo.
Guadalupe González Taño
Presidenta Reserva Mundial de la Biosfera La Palma
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