El Cabildo de La Palma, a través de su Consejería de Juventud, está realizando una campaña de concienciación en materia de seguridad vial entre los alumnos del primer curso de Bachillerato de todos los centros educativos de la Isla.
Esta iniciativa está desarrollada en colaboración con la Consejería de Infraestructura, la Oficina Local de la Dirección General de Tráfico y la Asociación de Discapacitados Físicos de la Palma ADFILPA, y con el apoyo de la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico de Santa Cruz de Tenerife.
La consejera insular de Juventud, Teresa Rodríguez, indica que la actividad supone una nueva fase del proyecto de educación vial para jóvenes, con la que se pretende contribuir a reducir la siniestralidad juvenil, así como los comportamientos de riesgo de los jóvenes en el uso de las vías públicas en sus roles de pasajeros, peatones o conductores de ciclomotores o bicicletas. Este proyecto está enmarcado dentro del Plan Insular de Seguridad Vial, en redacción actualmente.
Esta experiencia incide en algunos de los principales factores de riesgo que causan o producen los accidentes de tráfico, una velocidad inadecuada a las condiciones de la vía, del vehículo o personales, no mantener una distancia de seguridad adecuada, la realización de infracciones como saltarse los semáforos en rojo, o el uso de distractores como el teléfono móvil. Por otro lado, se trabaja en el uso adecuado de dispositivos de seguridad pasiva, del tipo como el cinturón de seguridad y el casco, como elementos que reducen la gravedad de las consecuencias cuando se produce un siniestro.
En las sesiones de trabajo intervienen dos educadores pertenecientes a la Consejería de Juventud del Cabildo de La Palma y de la Oficina Insular de la Dirección General de Tráfico, respectivamente, y un miembro ADFILPA que ofrece a los jóvenes el testimonio y la consecuencia real de su experiencia tras un accidente de tráfico.
Teresa Rodríguez señala que con esta campaña se hace especial incidencia en aumentar la percepción del riesgo y la toma de conciencia de aquellos contextos potencialmente peligrosos y en los que concurren la mayor parte de factores que contribuyen al accidente de tráfico.
En ese sentido, la consejera indica que el principal objetivo es la concienciación sobre las conductas de riesgo y así no cometer las acciones que más muertos o heridos graves produce entre los jóvenes.
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