Se contempla el ordenamiento de los espacios deportivos, baños y aseos, zonas de quioscos y un restaurante, entre otros.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha realizado un Plan de Ordenación de la nueva playa, en el que se detalla el diseño de los equipamientos que se crearán en torno a este nuevo espacio en el frente litoral capitalino.
Este Plan, debatido ya en comisión informativa, ha sido negociado en los últimos meses directamente con la dirección general de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con quien se ha llegado a un principio de acuerdo en torno al diseño básico de las infraestructuras y su ubicación.
El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Juan José Cabrera Guelmes, quien tiene previsto desplazarse a Madrid a principios de febrero para mantener una nueva reunión con la dirección general de Costas, subraya la importancia “de contar con una ordenación consensuada por ambas administraciones, de cara a concretar líneas de financiación y ofrecer seguridad jurídica a los emprendedores que opten a la concesión administrativa de alguno de estos equipamientos, cuya gestión se realizaría desde el ámbito privado”.
La playa de Santa Cruz de La Palma contará con una zona específica para la práctica deportiva, con canchas de arena de fútbol y voley playa localizadas en la zona sur, frente al edificio del Cabildo Insular, que dispondrán de vestuario, baños y un pequeño almacén.
En la zona norte, frente al Castillo de Santa Catalina, habrá una instalación dedicada a deportes náuticos (windsfurf, kayac…), que contará con taquillas, vestuarios, aulas para cursos y demás. En esta zona se establecerá la delimitación del acceso a la zona transitable espigón norte y salida al mar de elementos náuticos.
La ordenación de la playa contempla una instalación fija dedicada a un restaurante, aproximadamente a la altura de la calle Apurón. Estaría ubicado junto al paseo que se pretende habilitar entre la Avenida Marítima y el espigón sur, que será transitable y supondrá un atractivo turístico añadido por sus vistas a la ciudad desde el frente marítimo. Será un local de un máximo de 150 metros cuadrados, con una terraza de 50 metros cuadrados. Esta instalación requiere, por sus características, una autorización especial que se pretende concretar en la citada reunión de principios de febrero.
Al mismo tiempo se plantea la instalación de hasta un máximo de cuatro pequeños quioscos de temporada, desmontables, con un máximo de ocupación de 20 metros cuadrados.
Asimismo, el documento establece las distintas zonas de vestuarios y baños que complementarán a los previstos en el proyecto de ejecución de la playa y que se consideran insuficientes para una infraestructura de esta entidad. Habrá dos zonas de hamacas, una en la zona sur y otra en la norte, y dos torretas de vigilancia, que están incluidas en la obra de la playa.
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