El Pleno del Cabildo de La Palma, reunido hoy, ha acordado con los votos a favor de de los grupos de CC y PSOE, y el voto de rechazo del PP, solicitar al Estado la derogación del Real Decreto Ley 16/2012 de medidas urgentes, para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.
Asimismo, se ha aprobado instar al Gobierno de España a dialogar con las fuerzas políticas, agentes sociales y comunidades autónomas para alcanzar un gran acuerdo global que permita garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, manteniendo los principios establecidos en la Ley General de Sanidad de 1986.
En ese sentido, el Cabildo de La Palma exigirá que se reconozcan, dentro de ese futuro acuerdo las singularidades del Sistema Sanitario Público en Canarias, para evitar los considerados “injustos desfases” que se producen respecto a las partidas asignadas a cada territorio en función de su población para hacer frente al gasto sanitario.
La moción presentada conjuntamente por los portavoces del grupo de Coalición Canaria, Luis Viña, y del Partido Socialista Canario, Anselmo Pestana, reseña que el Sistema Nacional de Salud, creado con la Ley General de Sanidad de 1986, es una conquista de la sociedad española en su conjunto. El modelo sanitario creado a partir de entonces ha basado su desarrollo en los principios de universalidad, equidad, calidad, cohesión y lucha frente a las desigualdades en salud, habiendo conseguido avances sanitarios de gran magnitud que han situado a la Sanidad española entre las primeras del mundo desarrollado.
Asimismo, el texto presentado para su aprobación se justifica en que el acceso del PP al Gobierno de España ha tenido como consecuencia “la caída de la confianza de la población española sobre la Sanidad pública y su aparición como una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos”.
En ese sentido, se alude a que el Gobierno del Estado “ha generado una enorme preocupación social al afirmar que la sanidad española no es sostenible y plantear una reforma del Sistema Nacional de Salud, que ha tocado elementos esenciales del modelo al acabar con la universalización por razón de ciudadanía y sustituirlo por un modelo de aseguramiento ligado a la Seguridad Social. Un modelo, en el que quién no esté incluido”.
Por último, se reseña que desde esta concepción, “la Sanidad deja de ser pública, universal y gratuita para todos los ciudadanos y se convierte en una Sanidad solo para los asegurados y la beneficencia”.
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